(Radio Cafe Stereo).- Por: Movimiento de liberación
El próximo 1 de marzo se cumplirán 10 años de la masacre de
Sucumbió en Ecuador, cuando aviones de la Fuerza Aérea de Estados
Unidos al servicio de la CIA, y fuerzas combinadas del ejército y la
policía colombiana, dejaron caer a las 12.20 de la madrugada de ese día,
su mortífera carga de horror y muerte sobre el campamento de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, (FARC), donde pernoctaban
unos 40 guerrilleros y varios extranjeros entre ellos tres ciudadanos
mexicanos, un australiano, un ecuatoriano y dos italianos, que se
encontraban de visita y cuyo objetivo sostener un encuentro con el
comandante Raúl Reyes, miembro del Secretariado de dicha organización
guerrillera a cargo de las Relaciones Internacionales, y recibir una
propuesta de Paz que las FARC proponía y que la llevarían a un Foro
Internacional de la Coordinadora Bolivariana de los Pueblos que se
desarrollaba en Quito, Ecuador, en esa semana y hacerla llegar al
gobierno de Colombia.
El campamento, situado a más de dos kilómetros en profundidad del
territorio ecuatoriano, era conocido como el Salón de Protocolo de las
FARC, cuyo objetivo era sostener encuentros con delegados de fuerzas
políticas latinoamericanas y europeas con las cuales las FARC mantenía
relaciones políticas y escogido ese lugar, con el propósito de no
someterlos al peligro, de penetrar en territorio colombiano.
Los resultados arrojaron la muerte de 25 personas entre ellos, 2
mexicanos y un ecuatoriano, masacrados por los misiles que impactaron
directamente en dicho campamento y luego de la macabra obra la continuó
desarrollando con el desembarco en territorio ecuatoriano de fuerzas
combinadas del ejército y policía, pues algunos heridos como el caso de
Raúl Reyes, fue capturado vivo y luego rematado, prueba de ese crimen lo
tienen los dirigentes de las FARC y testigo las guerrilleras y
visitantes que sobrevivieron a la masacre.
La grave violación del derecho internacional, el ataque alevoso,
con nocturnidad e indefensión de las víctimas, lo tipifica como un
delito de crimen de guerra y de lesa humanidad, así como la violación
de la frontera y bombardeo en territorio de un país limítrofe, sin la
debida coordinación e información al país agredido, se agrava como es
conocido públicamente con él engaño del presidente Álvaro Uribe Vélez,
al Jefe de Estado Rafael Correa, este hecho provocó una grave y tensa
situación entre ambas naciones y la ruptura diplomática con Colombia
de Ecuador, Venezuela y Nicaragua.
Los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, al violar la Carta de
las Naciones Unidas, y los tratados internacionales sobre hechos de
guerra, deben rendir cuenta por este horroroso y vandálico episodio, que
aún mantiene heridas abiertas, sin que la Justicia Internacional y
sobre todo la ecuatoriana, exija juzgamiento, reparación a las víctimas y
perdón de los culpables por la humillación a que fue sometido el estado
y pueblo ecuatoriano..."
(*) Periodista, politólogo y analista internacional.
La Habana 19 de febrero del 2018.
Especial para el diario Por Esto, Mérida, Yucatán, México