(Radio Progreso).- Esta
tarde fue capturado el señor Roberto David Castillo Mejía quien fungió
como presidente de la Empresa Desarrollos Energéticos S.A (DESA) hace
dos años, cuando fue asesinada Berta Cáceres. El Ministerio Público
junto a la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), dieron
captura a Castillo en el Aeropuerto Internacional Ramón Villeda Morales
de San Pedro Sula.
Las autoridades suponen que Castillo es
uno de los autores intelectuales del crimen de Berta Cáceres. Por su
parte DESA en un comunicado afirma que Castillo Mejía es inocente de las
acusaciones y que realizarán las acciones legales correspondientes para
lograr su liberación inmediata.
A raíz de la orden de captura que emitió
en su momento el Juzgado de Letras Penal con Jurisdicción Nacional
desde Tegucigalpa, la Audiencia de Declaración de Imputado será en las
próximas horas en el Centro Judicial de La Granja.
El crimen
La madrugada del 2 de marzo de 2016 en
la ciudad de La Esperanza, Intibucá, las balas criminales mandadas por
la empresarios y políticos, quienes miraron en peligro sus intereses
económicos, quitaron la vida de la luchadora, defensora de derechos
humanos y coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras, Copinh, Berta Isabel Flores Cáceres. Dos años
después su crimen continúa en impunidad.
Las balas pretendían silenciar la voz de
denuncia y resistencia contra las represas hidroeléctricas y proyectos
extractivos. Sin embargo no pudieron, multiplicaron la voz de denuncia y
defensa que caracterizaba a la lideresa Indígena.
Berta Cáceres junto al Copinh, lideraba
la lucha contra la instalación de las represas hidroeléctricas y de
forma concreta en contra del proyecto Agua Zarco de la empresa
Desarrollos Energéticos S.A (DESA).
A pesar de la detención de 9 personas,
ninguna forma parte de las cúpulas políticas y empresariales que han
sido señaladas de la autoría intelectual del crimen.
El abogado Rodil Vásquez, del equipo
legal que lleva el caso de la ambientalista, dijo que este se encuentra
en la etapa de juicio oral y público, puntualmente a la expectativa del
señalamiento de audiencia para proposición de pruebas.
Explica que la causa se ha dividido en
dos procesos: uno para los primeros cuatro imputados, el ex gerente para
temas ambientales de DESA, Sergio Rodríguez, el ex capitán del ejército
Mariano Chávez, el ex oficial del ejército Douglas Bustillo y Elvin
Rápalo. En el segundo grupo se encuentran Emerson y Edilson Duarte
Meza, Henry Rodríguez y Aroldo López. Vásquez asegura que desde el
equipo legal ha solicitado al Tribunal la acumulación para que sea un
solo proceso en la etapa de juicio oral y público, porque hay distintos
niveles de participación, pero todos vinculados al crimen.
Rodil Vásquez dice es necesario que el
Ministerio Público actúe e investigue a la mayor brevedad la autoría
intelectual del asesinato, porque si no, el caso seguiría teñido de
impunidad. “Desde octubre de 2017 hemos pedido al Ministerio Público que
acuse por autoría intelectual, sin embargo, se resiste a realizar los
señalamientos, a pesar que existen pruebas fehacientes de los
empresarios y políticos que están detrás del crimen contra Berta”.
Caso llega al sistema interamericano
En el marco el 167 periodo de sesiones
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el equipo
jurídico que lleva el caso de Berta Cáceres y el COPINH, se reunió con
el Estado hondureño para conocer los avances en las investigaciones
sobre los autores intelectuales del crimen.
Berta Zúniga Cáceres, hija de la
ambientalista califica de poco productiva la reunión sostenida con el
Estado hondureño, porque a pesar que se ha denunciado en varias
ocasiones, las irregularidades en las investigaciones continúan.
Bertita, (como se le conoce a la hija de
la lideresa), y quien ahora coordina el COPINH, explica que, en la
reunión sostenida en la CIDH, el Estado hondureño mintió al asegurar que
3 de las 8 personas detenidas son actores intelectuales del asesinato.
“Lo entendemos como falta de voluntad
política. Aprovechamos para insistir que el Estado debe actuar y
sancionar a quienes cometen crímenes contra defensores y defensoras de
derechos humanos en el país”, aseguró.
La abogada Liliana Uribe, del Grupo
Asesor Internacional de Personas Expertas (GAIPE), asegura que en la
reunión de trabajo se presentaron pruebas sobre la participación de
directivos y socios de la empresa Desarrollos Energéticos de Honduras,
DESA, en el crimen, sin embargo, el Estado se niega a investigar.
“A través de fuentes que están incluso
en poder del Ministerio Público se puede determinar la responsabilidad
de directivos y socios de la empresa en la comisión del asesinato, y en
una serie de estrategias que impulsó el proyecto hidroeléctrico para
romper el tejido social y desestabilizar el COPINH”, detalló Uribe.
Femicidio
En Honduras las mujeres campesinas,
indígenas y trabadoras como Berta se organizan para defender sus ríos y
territorios, pero al hacerlo enfrentan persecución, abusos e incluso la
muerte.
El padre Ismael Moreno, director de
Radio Progreso y el Equipo de Reflexión y Comunicación, ERIC, describe a
Berta Cáceres como una mujer luchadora, comprometida políticamente con
la transformación del planeta desde su pertenencia estricta al COPINH y
al pueblo Lenca. “La caracterizaba el pensamiento anticapitalista, anti
patriarcal y antirracista”.
Moreno, amigo cercano a Berta y su
familia, dice que el asesinato de Berta Cáceres es un crimen político
machista, pues hay responsabilidades al más alto nivel, tanto en
políticos como empresarios. “Es una estructura criminal la que está
detrás del asesinato, por eso mismo su muerte está en la impunidad. El
Estado se orienta únicamente en investigar autores materiales, pero se
blinda para que no penetre los inmensos corredores de la impunidad donde
se protege a altísimos empresarios y altos funcionarios del Estado
hondureño”, asegura.
El caso de Berta Cáceres no es un asunto
fortuito o producto de la casualidad. El Padre Melo, dice que es el
resultado final de un proceso conducido por hombres que miraron en la
lideresa indígena una afrenta a su condición dominadora. En su caso, los
ataques ya no solo fueron por ser mujer que defiende intereses de la
comunidad y la sociedad; sino porque también políticos, militares y
empresarios se sintieron derrotados por la acción que emprendía Berta de
quitarles la máscara de machistas y defensores del patriarcado.
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Copinh y las luchas lencas
Hace más de 20 años,
Berta Cáceres fundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas de Honduras, Copinh, organización que lideró feroces batallas
contra megaproyectos que violaban los derechos ambientales y las tierras
de las comunidades Lencas.
Con su asesinato,
políticos y empresarios creyeron que pondrían fin a la lucha en defensa
del territorio emprendida por el Copinh. Berta Zúniga Cáceres dice que
el asesinato de su madre fue un golpe duro, hubo mucho miedo porque la
organización había perdido a su más grande lideresa.
Sin embargo, cree
que la organización y la lucha colectiva de las comunidades se han
fortalecido después del asesinato. “Los que la asesinaron no entienden
sobre las luchas colectivas y comunitarias, creyeron que, quitándole la
vida la defensa del territorio, de los ríos y bosques terminaría, pero
lo que lograron fue multiplicar a la luchadora, madre y defensora,”
expresa Berta Zúniga.
En la humilde
comunidad de Río Blanco, Intibucá, el pueblo Lenca ha llevado a cabo una
importante lucha en defensa del sagrado río Gualcarque. El proyecto
hidroeléctrico Agua Zarca, desarrollado por la empresa Desarrollos
Energéticos, DESA, ha querido acaparar las aguas del río. Berta Cáceres
acompañó la lucha y denunciaba constantemente los abusos cometidos por
la empresa en complicidad con autoridades locales y nacionales.
El presidente del
consejo indígena de Río Blanco, Francisco Sánchez dice que, aunque la
construcción del proyecto está suspendida, no significa que las amenazas
contra las comunidades hayan terminado.
El líder comunitario
agrega que temen que en cualquier momento los empresarios reactiven la
construcción del proyecto hidroeléctrico. Explica que los ataques de las
familias que están a favor del proyecto no se detienen. Recientemente a
los líderes que se oponen les quemaron las parcelas de maíz y frijol.
La Lucha en Río
Blanco ha dejado como resultado varias personas criminalizadas, en la
comunidad 5 han sido asesinadas por defender el territorio de las manos
del capital extractivista.
Berta hija, madre y luchadora
El liderazgo de
Berta Cáceres, su temple y compromiso lo heredó de su madre, doña Austra
Berta Flores, una mujer que sus 85 años mantiene su lucidez y recuerda
como poco a poco se fue formando el carácter y liderazgo de su hija.
Doña Austra dice que
desde sus primeros pasos en los centros educativos Berta Cáceres se
destacó. Con emoción cuenta que durante sus años de colegio luchó en la
defensa de los derechos de los estudiantes. La recuerda como una madre
cariñosa y preocupada por sus hijos.
Con lágrimas en sus
ojos, doña Austra Berta lamenta que al cumplirse dos años de su
asesinato el crimen siga en la impunidad. Explica que la noticia de su
crimen fue un golpe duro para toda la familia, sin embargo, han salido
adelante gracias a las múltiples expresiones de solidaridad de la
ciudadana.
“Mi hija había
denunciado en varias ocasiones que era víctima de percusión y amenazas,
pero el Estado no cumplió su papel de protegerla. A los políticos y
empresarios no les convenía que Bertita siguiera viviendo porque se
había convertido en una piedra en el zapato”, dice acongojada.
El asesinato de
Berta Cáceres y la impunidad que rodea su caso deja un mensaje claro;
luchar contra los megaproyectos, a favor del pueblo y contra la
destrucción del medio ambiente no es perdonado por los grandes políticos
y empresarios que a todo costo buscan continuar llenando sus bolsillos
de dinero, aunque este vaya manchado de sangre inocente.