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viernes, 22 de mayo de 2020

HONDURAS - MUJERES: VÍCTIMAS SILENCIOSAS DEL COVID-19

De acuerdo a datos del Ministerio Público en el año 2019 se procesaron más de diez mil denuncias por violencia doméstica a nivel nacional, mismas que fueron trasladadas a los Juzgados de Familia.

(Radio Progreso).- A los 20 años Carmen González se casó con José, hombre que juró amarla y respetarla por sobre todas las cosas. Carmen nunca imaginó que esa promesa se la llevaría el viento y que a pocos meses de casados, la imagen de hogar feliz cambiaría gracias a los gritos, regaños y acusaciones de infidelidades por parte de su pareja.
Carmen es originaria del municipio de Morocelí, El Paraiso, zona oriental de Honduras, provine de una familia pobre. Desde muy pequeña sus padres se desplazaron a la capital de Honduras, Tegucigalpa, de niña tuvo que trabajar para aportar a la economía familiar, con mucho esfuerzo culminó la primaria y secundaria, pero la universidad fue un sueño sin cumplir.
Ahora Carmen tiene 50 años, han pasado 30 años de matrimonio en los que procreó tres hijos con José con quien ha tenido una relación llena de agresiones, Carmen cuenta que el principal pecado que cometió fue contarle a su esposo que, antes de casarse tuvo relaciones sexuales, a partir de ello su esposo comenzó una serie de insultos y acusaciones en su contra.
“En varias ocasiones me dijo que no salía a la calle conmigo porque no sabía con cuántos hombres me había acostado. Me decía que él había sido el único tonto que se juntó con una puta”, recuerda Carmen con la voz quebrada por el llanto.
A raíz de las agresiones, José y Carmen se separaron, ella al relatar la ruptura arrastra recuerdos dolorosos. Carmen hace pausas, respira, intenta mantener las lágrimas, pero todo vuelve a su cabeza, el dolor en cuerpo y alma están intactos aún.
Carmen sabe que la excusa para no separarse desde hace años eran sus hijos. Su esposo no permitió que trabajara, sentía que no podía criar solo a tres hijos. “Me propuse que mis hijos debían graduarse de la universidad, allí donde yo nunca llegué”, contó Carmen.
José es un hombre agresivo, Carmen recuerda que en una ocasión José agredió a su madre. “Su mamá es una anciana, debíamos bañarla, darle de comer, asearla y hacer todo por ella. Yo tengo problemas de columna, pedí a mis hijos y a él que me ayudaran a llevarla al baño. Él la levantó y sin intención la señora le arañó la espalda, inmediatamente él le gritó y la golpeó. Quedé helada, paralizada, le grité no seas animal, es tu madre, pero él se justificó diciendo que ella lo había arañado”. Ese fue el momento que motivó a Carmen a dejar a José, “me dije, no puedo seguir con ese hombre, si golpea a su madre, qué no me hará más adelante, puedo morir”.
De acuerdo a datos del Ministerio Público en el año 2019 se procesaron más de diez mil denuncias por violencia doméstica a nivel nacional, mismas que fueron trasladadas a los Juzgados de Familia.
La dirigente feminista, integrante de la Organización de Mujeres Visitación Padilla, Cristina Alvarado asegura que la violencia de género en las familias ha sido una constante histórica en el país.
Alvarado afirma que esta realidad se ha agudizado en la crisis sanitaria que vive el mundo producto del Covid-19. “La pandemia solo ha evidenciado la realidad histórica que viven las mujeres producto de las violencias en sus hogares, esto ha sido denunciado desde hace años por las organizaciones feministas y de mujeres”, dijo Cristina.