Desde el dos de enero y montados en tanques de guerra, comenzó el recorrido liderado por nuestro Comandante Fidel Castro quien se hizo acompañar de integrantes de la Columna número Uno José Martí, entre los que se encontraba el Héroe de Yaguajay, Camilo Cienfuegos. Los rebeldes victoriosos concluyeron su paso por las provincias cubanas en la capital del país, montados entonces en un jeep que los condujo hasta el cuartel Columbia, devenido Ciudad Escolar Libertad.
Sonrisas, cortesías, exaltaciones y gritos de emoción recogían los revolucionaros a su paso por el territorio nacional. “¡Viva Cuba!”, era el lema que se escuchaba en toda la nación. Banderas cubanas y del Movimiento 26 de Julio, ondeaban con la brisa invernal de esos días de victorias. Hubo lágrimas de emoción y también de evocación hacia los tantos revolucionarios que dieron sus vidas en la gesta independentista y que no estuvieron presentes en el triunfo del Ejército Rebelde.
La Habana y Cuba toda se vistieron de la esperanza pura. La paz estuvo presente en aquel encuentro por la libertad cuando volaban las palomas blancas simbolizando la pureza de las palabras de nuestro líder y la confianza transmitida por aquella columna guerrillera, no en vano, una de ellas se posó en el hombro de Fidel cuando hablaba al pueblo.
En su extraordinario discurso, comenzado el día ocho y concluido en la madrugada del nueve en la Ciudad Escolar Libertad, el Comandante Fidel planteó su gran confianza en las masas:
“¿Y a quién le pido que nos ayude mucho? Al que le pido de corazón que me ayude, es al pueblo, a la opinión pública, para desarmar a los ambiciosos, para condenar de antemano a los que desde ahora están empezando a asomar las orejas…
“Y jamás nos verá el pueblo con una inmoralidad, ni concediendo un privilegio a nadie, ni tolerando una injusticia, ni robando, ni enriqueciéndonos, ni cosas por el estilo; porque el poder lo concebimos como un sacrificio, y créanme que si no fuera así, después de todas las muestras de cariño que yo he recibido del pueblo, de toda esa manifestación apoteósica de hoy, si no fuera un deber el que uno tiene que cumplir, lo mejor era irse, retirarse, o morirse; porque después de tanto cariño y de tanta fe, ¡miedo da el no poder cumplir como uno tiene que cumplir con este pueblo!”
Por eso, hoy recordamos este ocho de enero como un día de comienzos, de planificaciones y de esfuerzos. Será siempre esta jornada para recordar que un día como hoy, hace 54 años La Habana recibió a su líder quien puso punto final así a la Caravana de la Libertad, pero inició y mantiene hasta hoy en marcha, la Caravana de la Victoria.
(CubaTV).- Reeditan único desvío de la Caravana de la Libertad
Los cienfuegueros reeditaron el paso de la Caravana de la Libertad por ese territorio, cuando hace 54 años fue el único desvío que realizaron los Rebeldes en su trayecto triunfal hacia la capital cubana.
