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miércoles, 8 de julio de 2020

COVID-19, SANTIAGO MANUIN Y RESISTENCIA IKOOTS EN LUCHA INDÍGENA

(servindi.org).-Compartimos Lucha Indígena N° 166, publicación mensual que tiene como director a Hugo Blanco Galdós, que presenta en esta edición una semblanza de Santiago Manuin, personaje histórico del pueblo Awajún, quien falleció el 1 de julio a causa del COVID-19.

También aborda el impacto del coronavirus en los pueblos indígenas de la Amazonía, aporta reflexiones sobre la coyuntura y el movimiento campesino peruano y la resistencia del pueblo Ikoot contra el megaproyecto eólico San Mateo del Mar (México), entre otros importate temas de actualidad.

Al final de esta nota puede descargar de manera gratuita la edición virtual completa en formato PDF 

A continuación el editorial:

Los pueblos indígenas en tiempos de coronavirus

Faltan solo días para que se cumplan los cuatro meses de declarada la pandemia de COVID-19 a nivel mundial y aunque recién después de dos meses, ésta empezó a afectar a las comunidades indígenas de Abya Yala. Los estragos son alarmantes. La propia OIT (Organización Internacional del Trabajo) expresó a mediados de junio “la cara más nefasta de esta pandemia es la de la desigualdad, porque la enfermedad y sus consecuencias sociales y económicas afectan más a los que menos tienen, como son los pueblos indígenas y tribales”. Esto, sumado a que las personas indígenas por lo general carecen de protección social y tienen acceso limitado a la atención en salud estatal.

De esa manera vemos que en uno y otro país los planes de emergencia creados para enfrentar la pandemia no consideran las necesidades específicas de los pueblos indígenas sino mayormente los abandonan a su suerte. De manera especial preocupa la situación de los pueblos de la cuenca amazónica y en específico la situación de los pueblos en aislamiento voluntario, cuya vulnerabilidad es extrema y que, de ser alcanzados por el virus, podrían ser exterminados.

Así que podemos constatar que a 527 años de la invasión europea, una vez más los pueblos indígenas cuyos territorios han sido sobre-puestos por los estados nacionales, hoy día se encuentran frente a una amenaza similar a la de ese entonces cuando virus y bacterias traídos por los invasores diezmaron a millones de indígenas, debido a que éstos no tenían anticuerpos contra las nuevas enfermedades.

En medio de la difícil situación de los pueblos amazónicos es que nos llega la impactante noticia del fallecimiento de Santiago Manuin, líder emblemático y sobreviviente de la masacre de Bagua del 5 de Junio del 2009. Su muerte pasa así a simbolizar la encrucijada en la que se encuentran los pueblos amazónicos, cuya existencia es amenazada por la voracidad de las transnacionales petroleras, mineras y madereras en complicidad con los estados nacionales y que hoy son también amenazados por un mortal virus.

Amenaza que se cierne en un contexto de un sistema de salud estatal deficiente y además racista, el cual no ve a los indígenas como a “ciudadanos de primera clase”, tal como lo expresó en 2009 el entonces presidente García, responsable de la masacre de Bagua.

Sin embargo, desde diversos lugares de Abya Yala, desde los diferentes pueblos de Norte-, Centro y Sudamérica, desde el oriente amazónico, pasando por los Andes y costas, se levantan las voces que exigen que su derecho humano a la salud sea respetado por los Estados, derecho estipulado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Convenio 169 de la OIT, los cuales han sido ratificados por la mayoría de los estados latinoamericanos.

Asimismo, muchos pueblos señalan que el Convenio 169 sobre Derechos Indígenas en su artículo 24 y 25 afirma que tanto los derechos de seguridad social y servicios de salud deberán extenderse a los pueblos indígenas sin discriminación. Pero también crean alternativas, que nutridas por los saberes de sus ancestrales raíces hoy se organizan y gestan respuestas colectivas que intentan frenar al virus.

 

La lucha indígena no se detiene

Nuestro querido compañero, Enrique Cochero Fernández Chacón, editor de Lucha Indígena se encuentra hospitalizado a causa del COVID-19, y estamos seguros que una vez más saldrá victorioso de esta lucha.

Como no podía ser de otra manera, sus labores al frente de esta revista no podían detenerse, y de hecho gracias a la solidaridad y por la dimensión que representa esta revista que habla por los pueblos originarios y no sólo del Perú, un grupo de compañeros ha salido al frente para suplir al insustituible y entrañable Cochero.

Esta edición está de alguna manera dedicada a quienes como él nunca dejan de estar presentes en la lucha pese a que los enemigos del pueblo han querido silenciarnos. Tal es el caso del ataque que ha sufrido en días próximos pasados nuestro director, Hugo Blanco a raíz del documental dirigido por Malena Martínez, «Hugo Blanco, Río Profundo».

El terrorismo ideológico desatado por quienes son responsables de múltiples crímenes contra seres humanos, contra la naturaleza y contra el planeta —al que han puesto en peligro de extinción— han tenido el descaro de pretender imponer la idea de que luchar por la libertad, contra el abuso y la infrahumana explotación que sufrían nuestros campesinos es un delito de “terrorismo”, pero han salido mal parados, pues como nunca se alzaron voces en casi todas las regiones del Perú y el mundo entero, como es el caso de los diputados del Parlamento europeo, dejando al descubierto la monstruosa faz de un fascismo que tiene que ser aplastado sin dudas, desde el terreno de las ideas.

Para ello está Lucha Indígena, para informar y para producir debates que cumplan con el objetivo de hacer un mundo diferente donde la libertad y la igualdad de todos los seres humanos se imponga por encima de las razas, creencias y géneros. Que no les quepa duda, Lucha Indígena sigue adelante, fiel a su trinchera.