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martes, 27 de noviembre de 2012

PUERTO RICO: EL MUNDO DE LOS BIZARROS (O LA CRÓNICA DE TE LO DIJE)

(Indymedia Puerto Rico).- Los resultados electorales del pasado 6 de noviembre y las reacciones de algunos de los partidos contendientes, se asemejan al mundo de los bizarros. De pequeño conocimos ese mundo a través de los “paquines” de Supermán, como una realidad alterna donde todo era contrario al mundo donde vivíamos. Supermán en vez de ser el super héroe con grandes poderes defensor del cielo y de la tierra, era un torpe debilucho que intentaba volar chocando con todo a su paso y a duras penas podía defenderse a sí mismo. Aparentemente, estamos nuevamente ante ese mundo alterno donde “la realidad” es distinta a los resultados electorales.

La pegamos. Ganaron los ricos y, como siempre sucede en las elecciones dictadas y organizadas por la burguesía y el imperialismo, perdió el pueblo. ¡Recuerden: si las elecciones en el capitalismo fueran buenas, estarían prohibidas! Sólo los ciegos electorales, muchos de ellos a sueldo, pueden pensar que una “victoria” de Agapito (888,950 votos ó 47.78%) pueda significar un cambio para los miles de trabajadoras, desempleados, estudiantes y demás sectores oprimidos que nos estamos comiendo un cable 220 desde hace años, sufriendo la profunda crisis social que tira sobre nuestros hombros el capitalismo salvaje. Cada vez que ganan los populares los gambusinos de sueños nos dicen que todo va a ser distinto y diferente, pero a la vuelta de tres o cuatro meses, termina la luna de miel y nos confrontamos con la cruda realidad de que nada ha cambiado realmente.

Alertamos que en esta ocasión será peor que en victorias populares anteriores pues la crisis en la Isla está acompañada de la profundización de la crisis económica en Estados Unidos donde el debate entre Obama y Romney era aritmético: el primero va a reducir el presupuesto en 3 trillones, ya aprobados, y el otro quería reducir 5 trillones. En el país de las maravillas donde llueve pan y miel hay 80 millones de personas viviendo bajo el nivel de pobreza y 9 millones que ya se fueron por debajo del nivel viviendo bajo los puentes, en callejones y saguanes, comiendo en comedores populares o en los zafacones de la basura. Allí “donde todo es mejor, no se pica caña, no hay llamarada, no se lucha con nada sin saber porqué”, millones de “ciudadanos americanos” principalmente negros, latinos y asiáticos, están viviendo la estadidad para los pobres – para los ricos la opulencia - que nos prometen los anexionistas. Podría decirse que la ciudadanía americana apenas le sirve pa’ limpiarse el culo. Pero ese es otro tema.



Al momento en que comiencen los recortes federales la nueva administración de AGP le echará la culpa a la administración anterior y a la crisis mundial y aquí no ha pasado nada. ¿Prueba?: que el candidato que ganó los comicios electorales no presentó ni una sola idea de cómo va su administración a enfrentar la crisis económica, los graves problemas de desempleo y criminalidad, y en las áreas de la salud y la educación sólo habló de generalidades y lugares comunes, y ni siquiera hubo un compromiso de darle una peseta de aumento a los empleados públicos. Lo único concreto que Agapito dijo sobre la economía fue que va a revisar – que en su lenguaje significa cambiar - la ley que le impuso un 4% a las empresas foráneas que con todo e impuesto se llevaron $35,000 millones en ganancias este año, porque esa ley “maltrató” a la industria farmacéutica. El que quiera ver que se quite la venda de los ojos.

Más allá de la pajuncia y la saliva, la agenda de Agapito es la misma agenda de protección de los intereses del gran capital, industrial, comercial y financiero, que se nutre de la permanencia del capitalismo colonial vigente en Puerto Rico. ¿Ya se olvidaron de quien inició la privatización de los hospitales en la década del 80 y la privatización de la Telefónica en 1990? ¿Ya se olvidaron del Plan de los 100 días de Acevedo Vilá y de Silva Puras, que incluía, entre otras cosillas, la privatización del mantenimiento de las líneas eléctricas y las plantas en la AEE y el impulso de las escuelas chárter en el Departamento de Educación? ¿Alguien olvidó el aumento en las matrículas en la UPR, la Huelga del CUCA y la represión de la fuerza de choque en la Huelga de la Federación de Maestros? La diferencia fundamental entre el PNP y el PPD no es el látigo; es que el PPD perfuma el látigo antes de golpear al pueblo y el PNP lo hace sin aroma. Lastimosamente, algunos como los tristemente célebres melones, se dejan embobar con el perfume y los contratitos que el PPD – ahora Carmen Yulín – le dispense. Y el pueblo mal agradecido, que no valora el cambio de estilo, que se joda.

Quisiera equivocarme pero lo que viene es caña. La tendencia mundial del capital y Puerto Rico no ha sido la excepción, es la privatización de las corporaciones públicas, las agencias y servicios públicos de salud y educación, entre otros, que le abren nuevos mercados a la inversión privada y desmantelan derechos fundamentales de los trabajadores y el pueblo pobre. La producción de energía eléctrica, el aeropuerto, los sistemas de retiro y las escuelas están en la mira del capital y para los gobiernos que dependen de ese capital y de garantizar las jugosas ganancias y el control a los bonistas, esos haberes son una dulce tentación. La combinación del dinero, “un millón de copias obligao”: reducción de la nómina gubernamental, despidos, pésimos servicios y privatización, eso es lo que hay. Se me olvidada: Agapito dijo clarito que, aunque se opone a la APP del aeropuerto, va a respetar los contratos firmados. Con esas oposiciones mongas va a vender el país.

Ganaron los ricos, cuatro años más. ¿Y el movimiento o meneíto obrero? El MST, la Federación de Maestros, los estudiantes universitarios y otros contados sectores, estarán en la calle resistiendo como gato boca arriba, como siempre lo han hecho ante todas las administraciones de los ricos, azules o rojos. Vastos sectores del pueblo seguirán en la calle desempleados, ahogados por los efectos de la crisis y los abusos del gobierno mientras sus líderes chupa-cuotas engordan. ¡Esa es la pregunta! Si tienen alguna duda de donde va a estar parado el meneíto sindical pregúntenle a Roberto Pagán, miembro del comité de transición de Agapito, que se va a sentar en la falda de los representantes de la industria y la banca, como muñeco de ventrílocuo, para darle el visto bueno a la “concertación” de intereses entre los lobos y las ovejas. Quede claro que Robertico está de parte de los lobos. Esos canallas chupa-cuotas financiaron la campaña de Agapito, de Carmen Yulín y de Tato 100% populete, e igual que hicieron bajo el gobierno de Acevedo Vilá cuando apoyaron sus políticas anti-obreras y marcharon a favor del IVU, van a ser la “zona de amortiguamiento” de la lucha de clases. Hijo de culebra no puede salir redondo.

Este proceso electoral arrojó una segunda lección que no podemos soslayar. Fortuño casi ganó. (876,001 votos ó el 47.09%) Perdió por apenas 12,949 votos. Muchos están hablando del voto de castigo pero si los estimados del PNP, de que unos 70,000 penepés no votaron, son correctos de lo que podría hablarse es del no voto de castigo. La reflexión tiene que ser obligada porque ese resultado le para los pelos a un calvo. Después de todas las medidas anti-obreras, los despidos de la Ley 7, los abusos contra los estudiantes, los maestros y grupos profesionales, la corrupción y saqueo de los fondos públicos, la protección de maleantes en la legislatura y el gobierno, el control del Supremito colonial y el desbarajuste social imperante, ¡coño! ese fascineroso por poco gana las elecciones.

Y los analistos me dirán que el problema era que Agapito era flojo y eso favoreció a Fortuño. Quizás, pero esa argumentación sólo sirve para explicar los votos de AGP. Que más de 870,000 personas hayan apoyado a Luis Fortuño, no puede despacharse con el argumento de que el PNP es el partido más grande del país. Ese es el “frostin” del biscocho la pregunta es ¿por qué un estrato tan grande del país apoya a un candidato anexionista por encima de todos los abusos, corrupción y medidas anti-obreras? Pierluisi sacó más votos que nadie por lo cual hacen bien los defensores del PPD en no exagerar la contentura porque si Fortuño “origen de todos los males” por poco gana las elecciones, con Pierluissi o algún otro candidato ante el previsible fracaso de las políticas de AGP, no debe tener muchos problemas para ganar las elecciones del 2016. ¡Quítate tú, pa’ ponerme yo!

“El pueblo se hartó”, dice la primera plana del otrora periódico de la independencia y ahora gaceta del melonismo, Claridad. Si acaso, se hartó la mitad del pueblo votante, porque la otra parte votó por el fascista Fortuño. Análisis de ese talante junto a la entusiasta celebración del triunfo de Carmen Yulín y otras sandeces, son los que han llevado al independentismo a convertirse en un absceso (o nacido) del Partido Popular. Volvamos al punto. Súmele al análisis que muchos populares votaron por Pierluissi y por la estadidad en la segunda pregunta y se completa el cuadro de la que debe ser preocupación obligada de los independentistas y socialistas. El origen de la fortaleza electoral de Fortuño – repito por poco gana – y del PNP hay que explicarla, entre otras cosas para beneficio de las estrategias de lucha de aquellas organizaciones que todavía creemos en la independencia y el socialismo.

La estrategia de realizar el plebiscito junto a las elecciones funcionó, logrando movilizar a una gran cantidad de estadistas a votar, haciéndoles creer que sólo un gobierno PNP puede darle seguimiento a un triunfo de la estadidad. La campaña millonaria del PNP logró proyectar la obra de Fortuño como una realidad tangible a la cual sólo su administración podía darle continuidad y a la misma vez, remachó la debilidad de AGP para dirigir el gobierno dentro de la situación de crisis social que vive el país. Fortuño exacerbó las pasiones de los votantes estadistas, particularmente los más viejos, haciéndoles creer que un triunfo de Agapito ponía en peligro los fondos federales, los cupones, el seguro social y hasta la llegada de Santaclós estas navidades. Un gobernador que en agosto después del Referéndum de la Fianza parecía abatido y presa fácil de la segura derrota, por poco gana las elecciones.

Contradictoriamente, Fortuño sorteó de manera magistral su peor pesadilla: la Ley 7 que provocó el despido de 30,000 empleados públicos. Agenciándose la complicidad del meneíto sindical, particularmente de las uniones chupa-cuotas de la AFL-CIO, la SEIU, el CPT y hasta de la Coordinadora Sindical, fue limpiando su imagen. Después del paro del 15 de octubre del 2009, toda la palabrería y amenazas de paro general se disiparon en aceptación interesada. Se inició la era del silencio. Seguir recibiendo las millonarias cuotas de los afiliados que le quedaban y proteger sus empresas sindicales fue más importante que defender a los trabajadores despedidos y abusados. Aceptaron sin chistar la congelación de los convenios colectivos durante dos años y negociaron el despido de miles de trabajadores, aceptando de una vez la supuesta crisis fiscal del gobierno. Finalizada la Ley 7 negociaron convenios de a vellón basados en promesas de aumentos sujetos a que las agencias logren ahorros en los años venideros. Se vendieron como lechones de a peso y a cada rato Fortuño se lo sacaba en cara cuando decía que ninguno de esos líderes podía hablar contra el gobierno porque les había firmado más de 40 convenios. La paz laboral, con características de luna de miel, lograda con estos sindicatos fue una carta electoral importante para que un gobernador fascista pasara ante el pueblo votante como un demócrata. ¡Qué lavá de c…ara señoras y señores! Por eso cuando semanas antes de las elecciones vinieron con el aguaje populete de “Prohibido Olvidar” sus matrículas no le respondieron. Parecía una marcha del “Walking Dead”.

Pero sobre todo, Fortuño operó sobre la realidad de que la economía de la Isla está totalmente anexada a la economía de EU y, con la excepción del voto presidencial y el pago de contribuciones federales, para todos los efectos prácticos, Puerto Rico es un estado de ese país. Por consiguiente, cuando los estadistas y los populares hablan de la unión permanente están reflejando esa realidad. Esa a su vez, es la base material del régimen colonial llamado Estado Libre Asociado, y mientras ese estado de cosas permanezca, lejos de debilitarse, se irá fortaleciendo el proceso de anexión económica y política. Gracias a esa realidad Fortuño logró que la campaña política girara en torno a los temores de la gran masa de votantes creyentes en la unión permanente pintando a AGP como “demasiado riesgo para Puerto Rico”.

Desgraciadamente, con la excepción del folklorismo culturalista de “última hora” de AGP arropándose con la bandera de Puerto Rico y uno que otro anuncio de los populares, la campaña sobre los beneficios de la estadidad corrió sola. Parecía que en los partidos minoritarios no había independentistas y que todos aceptaban la estadidad y la colonia como un destino legítimo para el pueblo puertorriqueño. Fue vergonzoso que con tantos millones disponibles para propaganda, el PIP el MUS y mucho menos el PPT, no aprovecharan esa excelente oportunidad para defender la independencia y repudiar la colonia y la estadidad. ¿Después se preguntan por qué Fortuño fue casi ganador?

Bajo las estridencias de los bombos y platillos se ha escapado un hecho de singular importancia para el futuro de los procesos electorales en Puerto Rico. La participación electoral respecto a los electores inscritos, unos 2 ,400 ,000, estuvo en el 77%, lo que significa un 23% de abstención electoral o unos 600,000 electores. Según esos números la abstención es el tercer partido del país a punto de romper con el bipartidismo menta’o que tanto le preocupa a Bernabe y al PPT. Súmenle los más de 500,000 que no están inscritos desde el 2000 y podemos reafirmar que el partido ganador fue la abstención. Por otro lado, esos más de 600,000 electores inscritos que no votaron llevan un claro mensaje de que ninguno de los seis (6) partidos los convenció de votar. En un proceso en que participan tantos partidos, desde las elecciones de 1972, esa abundancia de alternativas y siglas no se tradujo en mayor participación. Estuvieron bajo la campaña de medios más apabullante que recordemos donde los partidos gastaron millones largos, tenían la tarjeta electoral y, por tanto, la posibilidad de votar, pero no lo hicieron. Esas y esos no se creyeron el cuento de que más partidos inscritos sea sinónimo de más democracia, la gente tuvo más opciones partidarias pero ninguna alternativa verdadera para solucionar los problemas del país. Ese alto porcentaje de abstención, unido a los miles que ya se cansaron hasta de inscribirse, denuncian un gran descontento del pueblo en los procesos electorales, una seria fisura en la confianza en los partidos electorales, y un terreno fértil para convertir el descontento de muchas de esas personas en consciencia y acción política. Más de un millón de personas fuera del proceso electoral pone en la calle y en las acciones contestatarias una avenida de lucha de gran importancia. (La tasa de participación electoral está en 62%.; 38 de cada 100 electores hábiles para votar no vota.)

Todo lo anterior es bicoca comparado con las reacciones de los partidos emergentes – mejor llamarlos sumergentes - y el PIP. Todos fracasaron en sus objetivos electorales. No quedaron inscritos, sacaron una exigua cantidad de votos y sólo el PIP parece que logró representación legislativa. Digo parece porque todavía falta ver si el recuento ratifica la elección de María de Lourdes Santiago. Sin embargo, ante el fracaso estrepitoso en vez de asumir una actitud humilde, autocrítica, evaluativa, reflexiva, reaccionaron como movidos por un resorte diciendo que se van a inscribir inmediatamente. ¡No habían evaluado un carajo su desastre electoral y ya estaban haciendo gestiones para inscribirse y mantener el subsidio electoral!

¿Quién puede creer o confiar en candidatos a la gobernación de partidos que fueron barridos del proceso electoral, que cogieron una pela asquerosa, pero en vez de aceptar autocríticamente su derrota aplastante se proclaman jubilosos? Eso es pura charlatanería electorera que tiene que ser repudiada. Si actúan así con los escasos votos que obtuvieron, imagínense lo que harán si el pueblo se vuelve loco y logran la gobernación. Si mienten descaradamente tratando de ocultar lo inocultable sin poder político alguno son capaces de cualquier cosa si se les delega aunque sea un chispito de poder.

El MST la pegó. Dijimos que ninguno de esos grupos iba a quedar inscrito, que sus posibilidades eran cero. No por sectarismo ni cosa que se parezca, lo dijimos porque hemos vivido en Puerto Rico durante los últimos 40 años, y modestia aparte, hemos estudiado las serias limitaciones del sistema electoral burgués y el comportamiento electoral respecto de los dos grandes partidos colonialistas que han dominado la escena electoral. La ley de hierro de la dictadura de la burguesía ejercida a través del proceso electoral dice que sólo se puede romper el “bipartidismo” si uno de los grandes partidos burgueses se divide o se disuelve. El sistema está diseñado para que nadie pueda romper ese dominio, sólo una crisis política y social de grandes proporciones puede lograrlo y esa no es la realidad de Puerto Rico. El que creyó que recibiendo millones del barril de tocino del fondo electoral iba a prevalecer se equivocó como tantos ingenuos o ¿listos? que lo antecedieron.

Como habíamos advertido, el resultado electoral fue cruel por demás con los partidos minoritarios. El proceso los encumbró como parte de la estrategia de Fortuño para tratar de detener la avalancha melona a favor de Agapito, le abrió foros y los convirtió en “estrellas del espectáculo” y luego los desnudó como lo que son pura imagen, pintura y capota. Se ratifica que para adelantar objetivos electorales la imagen no es suficiente. No tenían funcionarios en la inmensa mayoría de los colegios, no tenían estructura organizativa para amarrar funcionarios, trabajar directamente con la gente y movilizar electores. Los cierres de campaña anunciaban la pela que iban a coger, pero seguían sembrando mentiras en los medios de comunicación. Pensándolo bien el PPR, el PPT y el MUS son meramente siglas alimentadas artificialmente por el fondo electoral.

Obviamente, los partidos sumergentes no quisieron asimilar la experiencia de décadas de participación electoral del PIP. Todo el mundo sabe que este partido se ha convertido en una pequeña maquinaria electoral que sobrevive gracias al fondo electoral. La independencia ya es un objetivo secundario, el objetivo principal es mantener el situado y cierta presencia pública para que la gente se olvide de los continuos fracasos electorales y en el año bisiesto ahogarse nuevamente con unas promesas de crecimiento que nunca se verifican. Total para aspirar a la independencia por confiscación no hace falta tener muchos votos, sólo hace falta estar dispuesto a morirse de viejo.

En estas elecciones dijeron que Dalmau representaba el “nuevo impulso independentista”, que no había duda de que quedarían inscritos, elegirían representación legislativa y lograrían el mayor crecimiento en décadas. El mismo círculo vicioso de siempre, pero no dan muestra alguna de detenerse a evaluar que su crisis es crónica. Contrario a la credibilidad que como el papagayo reclaman a los candidatos de otros partidos, ahora para tapar su desastre político y organizativo echaron mano del confuso resultado del plebiscito que en alianza con Fortuño ellos ayudaron a diseñar. La complicidad del PIP con el PNP tuvo como resultado que legitimó la estadidad como un status anticolonial y le permitió ganar ampliamente la farsa plebiscitaria. Si bien es cierto que en este momento al imperialismo yanqui le conviene más la colonia-territorio que la colonia-estadidad mientras más avance la anexión económica y política y el apoyo de grandes sectores del pueblo a la anexión, más difícil se hará la conquista de la independencia y el socialismo. Por lo tanto, el combate contra el colonialismo, llámese ELA o estadidad, es una obligación ineludible.

El MST insiste en que, con el plebiscito o sin él, la estadidad no es una alternativa descolonizadora, por el contrario es la culminación del coloniaje y no se puede reconocer un resultado plebiscitario que se obtiene bajo el control total del gobierno imperialista de Estados Unidos. Ningún pueblo colonial puede elegir libremente si las instituciones, las empresas y las fuerzas militares del país imperialista mantienen el control absoluto sobre la colonia. Por lo tanto, la contentura del liderato del PIP celebrando que una mayoría votó en “contra del estatus territorial” siendo la mayoría de esos votantes defensores de un status colonial como la estadidad, es una aberración inaudita. Las únicas alternativas descolonizadoras son la independencia y la libre asociación, luego del traspaso de poderes, incluir la estadidad en esa definición es poco menos que hacerle el juego al colonialismo. ¿Qué está celebrando el PIP que no sea haber legitimado los argumentos de los estadistas para impulsar su gallo en Washington?

El otro caso típico del mundo de los bizarros es el del PPT. No lograron ninguno de sus objetivos electorales ni se convirtieron en la verdadera oposición ni cosa que se parezca. Los 17,000 votos de Bernabe reflejan un fracaso total, pero reflejan otras cosas adicionales. Durante meses los dirigentes del PPT estuvieron creyendo y difundiendo por los medios que de seguro iban a quedar inscritos y sus dos candidatas al Senado y a la Cámara serían electas. No tenían la menor duda. Cuando le preguntaban qué base científica tenían sus ilusiones decían que eso era lo que veían en la calle. La calle les hablaba. ¿Sabían calleñol? El ilusionismo y la enajenación de la realidad era de tal naturaleza que se trazaron el objetivo de romper con el bipartidismo y se convertirían en la nueva oposición política en el país. La destacada participación en los debates de su candidato a la gobernación y el favor de los medios, lo interpretaron como apoyo electoral y la chiringa se les fue ajuste. La borrachera ilusionista desbordaba a una organización tan pequeña que, aún cuando su poco concurrido cierre de campaña le dio un mensaje contundente, seguía en el viaje electorero.

Desde esa tarima Bernabe dijo que uno de los grandes logros de la campaña del PPT fue que “transformamos la forma de hacer política en Puerto Rico”. Ese copiete de lo que dijo Rogelio Figueroa a raíz de las elecciones del 2008 no tiene el más mínimo fundamento y lo más seguro termine en el mismo zafacón que terminó la aseveración de Rogelio. Hay que ser bien arrogante y pretensioso para echárselas de haber transformado la forma de hacer política en una campaña donde predominaron los ataques personalistas, las medias verdades, las mentiras y las promesas superficiales? La realidad es que Bernabe y el PPT no transformaron nada, lo que hicieron fue integrarse a la forma habitual de hacer política burguesa acomodando sus planteamientos a lo que es aceptable dentro del régimen capitalista colonial. Echar mano de ese manido clissé tiene el propósito de tirar una cortina de humo para tratar de ocultar la derrota aplastante de su candidatura y del PPT.

La hipérbole se traga a la realidad. Dentro de la concepción colonialista reformista del PPT es innegable que Bernabe tuvo una destacada participación en los debates y logró comunicar de manera sencilla su mensaje. Lo triste es que esa capacidad se perdiera en las entretelas de una campaña carente de todo contenido revolucionario, asimilable por tanto por el Partido Popular. Cada vez que el candidato a la gobernación del PPT decía que bajo el ELA – él eliminó de su lenguaje la palabra colonia – se puede transformar la economía del país, su prestigio como socialista se esfumaba y fortalecía el trillado y desprestigiado mensaje colonialista del PPD. De hecho, escuché en varios sitios loas a Bernabe por su defensa de lo que se puede hacer bajo el ELA. Hoy el PPT tiene un candidato a gobernador ampliamente conocido en el país pero no tiene un partido organizado. Un líder estelar no es la herramienta fundamental para construir una organización electoral y mucho menos una organización de lucha y militancia, como el reconocimiento público y los 53,000 votos de Rogelio Figueroa en las elecciones del 2008, no hicieron un partido.

Aunque ya el comandante Bernabe decidió que el PPT se va inscribir inmediatamente, sus miembros deben reflexionar sobre el fracaso de su concepción política de “partido amplio” que integra a populares, estadistas e independentistas, “sin definición” sobre el capitalismo colonial. Bernabe repitió hasta la náusea, desde los debates conmigo y Hugo Delgado hasta los debates públicos de la campaña, que habían miles de independentistas, populares y estadistas descontentos con los “partidos tradicionales” – ya no dicen burgueses - en disposición de acoger un Partido de trabajadores que los representara más allá de banderías ideológicas. Ese, supuestamente, era el origen y razón de ser del PPT. Esa realidad dictaba la urgencia de fundar cuanto antes, apresuradamente, esa organización. Creencia que sólo se sostenía en las ilusiones de sus fundadores resultó ser totalmente infundada tal y como nosotros le dijimos en distintas ocasiones. Los votos estadistas y populares no aparecieron por ningún lado. Mientras el PPT con su lista de compra típica del carrito de piraguas: “traigo de todos los sabores”, sin definición expresa sobre el estatus, se estrellaba estrepitosamente, el PIP definido por la independencia burguesa, dentro de su particular colapso, sacó más del doble de los votos que obtuvo el PPT. Moraleja: aguar el mensaje, pintarse de todos los colores y renegar de las posiciones socialistas, produjo una exigua cantidad de votos… y el desprestigio del liderato del PPT. Aclaro que no es cierto que el PPT no tenga una definición sobre el estatus; si el PPT no brega con la solución del problema colonial y lo posterga para cuando logren la gobernación, significa que aceptan la realidad colonial capitalista hasta que se dé el milagro de que ganen. Al no plantear la lucha anticolonial y anticapitalista desde ahora es un partido colonialista más pues aspira a gobernar la colonia.

Pero eso no parece ser todo. El resultado y las reacciones electorales están aclarando la consigna “abre paso”. Plantear la inscripción del partido sin evaluar profundamente lo que llevó al fracaso electoral del PPT no deja lugar a dudas de que lo sustancial para ese liderato es la franquicia electoral. Seguir viviendo, como el PIP, del mantengo electoral es más importante que los principios que supuestamente dieron vida al PPT. Nada, que le cogieron el gustito al guisito. “Abre paso que voy pa’ encima otra vez a coger mi cantito del bizcocho antes de que los populares me cambien la ley.” Como diría un compañero, “los perdimos”, abrieron paso hacia el despeñadero que la burguesía le preparó.

No puedo terminar estas líneas sin decir algo sobre el decadente rol del MUS en el proceso electoral. Sea dicho a su favor que no se han desbocado a llamar a la inscripción, su posición ha sido más reflexiva y cuidadosa. Sin embargo, están eufóricos, cantando victoria respecto al triunfo de Carmen Yulín como ejemplo de las alianzas políticas que se deben promover. No negamos la importancia del voto melón en el triunfo de Yulín, lo que se ve no se pregunta. Lo importante es evaluar qué de positivo para el desarrollo de la lucha por la independencia tiene el triunfo de una alcaldesa del principal partido colonialista del país. Las alianzas suponen elementos positivos para las partes pactantes. Ya sabemos lo que obtuvo Carmen Yulín, el voto melón le dio el impulso para ganar la alcaldía. ¿Qué ganó el MUS? Hasta ahora lo único que se sabe es que le van a dar contratos a Tato Rivera Santana y quizás a otros dirigentes. Esos contratos son buenos para esas personas pero hasta ahí. No vemos qué gana la lucha por la independencia que preconizan de palabra los líderes del MUS. Dicho sea de paso, en el caso de Tato todo el mundo sabe que ha sido un aliado de los populares y ha tenido contratos en otras ocasiones. Su talento – recubierto por cierto barniz independentista - siempre ha tenido buen precio. Tantas genuflexiones indecorosas ante los populares y cuando le mendigó el voto se escocotó jalda abajo.

Decirle alianza al apoyo populete del MUS a Carmen Yulín es como decirle aliadas a las hormigas que se chupa un oso hormiguero. Después de esa entrega impúdica que ellos llaman alianza lo peor está por venir. Carmen Yulín ha sido bien clara en que no tiene agenda alguna para impulsar la soberanía ni cosa que se parezca desde la poltrona municipal. Ni siquiera se atrevió decir que iba a votar por el “ela soberano” antes de la votación, lo dijo después. Y cuando tenga todos los resortes del poder municipal en sus manos, lo más seguro seguirá siendo buena gente, pero los compromisos firmados y su soberanismo de pacotilla quedarán en el mismo museo donde está guardado el del MUS. ¿Alguien cree en este país que la gente del MUS, el MINH y ramas anexas no sabían que eso iba a ser así?

El mundo de los bizarros no existe. Regresemos a la realidad. Los votos obtenidos por los dos partidos burgueses colonialistas suman más de 1,750,000. Hay mucho descontento en el país pero todavía estos partidos son una fuerza ampliamente dominante. Unas 1,100,000 personas se hartaron de votar en unas elecciones que no resuelven ninguno de nuestros problemas fundamentales. Se abre una puerta.

Los partidos sumergentes probaron que eso de que “la imagen lo es todo” no funciona en el proceso electoral, la imagen no vale nada si no se tiene pueblo en lucha organizado para cuestionar la dictadura del capital desde la calle. Todos esos partidos son el producto de las elucubraciones e ilusiones de las mentes de unos líderes que no saben a qué huele el sudor de los trabajadores y otros sectores oprimidos. No representan a ningún sector significativo en lucha, en ese sentido son grupúsculos electorales sin base social que no sea el sector pequeño burgués de donde proceden. Su fracaso y el regreso al mundo real, era previsible.

Por otro lado, para luchar en la calle defendiendo los intereses de las trabajadoras, los estudiantes, las mujeres, los residentes de las comunidades pobres y las luchas ambientales, no hay que inscribirse ni tener permiso de le Comisión Estatal de Elecciones. Y aunque son procesos sumamente difíciles y sacrificados, es a través de estas luchas que se obtienen y garantizan las conquistas del pueblo. De hecho, si en algún momento existiera la posibilidad y necesidad de lograr algún objetivo de carácter electoral, utilizando la tribuna parlamentaria para denunciar y destruir desde adentro la dictadura de la burguesía, como parte de una estrategia revolucionaria, las luchas de masas políticas y reivindicativas serían la base de esa participación.

En tercer lugar, si estamos convencidos de que el sistema capitalista colonial donde sobrevivimos no puede resolver nuestros problemas fundamentales, no nos queda otra que plantear de manera clara, contundente y sin miedo ni vergüenza, la imperiosa necesidad de la revolución socialista que logre la independencia y asegure el poder de las y los trabajadores. Tenemos que defender e impulsar el socialismo en todos los escenarios de la sociedad. No podemos esconder nuestra ideología ni aguar posiciones. El socialismo tiene que ser un proceso consciente y radical que contribuya realmente a transformar el sistema capitalista. La coyuntura de crisis económica y social que se amplía a partir del resultados electorales es una gran oportunidad para que el socialismo se fortalezca como una opción al margen del proceso electoral y eche raíces en la clase obrera y sus sectores aliados. Esa sigue siendo la agenda del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), ahora con renovadas perspectivas.

¡GANARON LOS RICOS, LA LUCHA SIGUE! ¡SOCIALISMO: ÚNICO CAMINO!