(Indymedia Puerto Rico).- Los resultados electorales del pasado 6 de noviembre y las reacciones de
algunos de los partidos contendientes, se asemejan al mundo de los
bizarros. De pequeño conocimos ese mundo a través de los “paquines” de
Supermán, como una realidad alterna donde todo era contrario al mundo
donde vivíamos. Supermán en vez de ser el super héroe con grandes
poderes defensor del cielo y de la tierra, era un torpe debilucho que
intentaba volar chocando con todo a su paso y a duras penas podía
defenderse a sí mismo. Aparentemente, estamos nuevamente ante ese mundo
alterno donde “la realidad” es distinta a los resultados electorales.
La pegamos. Ganaron los ricos y, como siempre sucede en las elecciones
dictadas y organizadas por la burguesía y el imperialismo, perdió el
pueblo. ¡Recuerden: si las elecciones en el capitalismo fueran buenas,
estarían prohibidas! Sólo los ciegos electorales, muchos de ellos a
sueldo, pueden pensar que una “victoria” de Agapito (888,950 votos ó
47.78%) pueda significar un cambio para los miles de trabajadoras,
desempleados, estudiantes y demás sectores oprimidos que nos estamos
comiendo un cable
220 desde hace años, sufriendo la profunda crisis social que tira sobre
nuestros hombros el capitalismo salvaje. Cada vez que ganan los
populares los gambusinos de sueños nos dicen que todo va a ser distinto y
diferente, pero a la vuelta de tres o cuatro meses, termina la luna de
miel y nos confrontamos con la cruda realidad de que nada ha cambiado
realmente.
Alertamos que en esta ocasión será peor que en
victorias populares anteriores pues la crisis en la Isla está acompañada
de la profundización de la crisis económica en Estados Unidos donde el
debate entre Obama y Romney era aritmético: el primero va a reducir el
presupuesto en 3 trillones, ya aprobados, y el otro quería reducir 5
trillones. En el país de las maravillas donde llueve pan y miel hay 80
millones de personas viviendo bajo el nivel de pobreza y 9 millones que
ya se fueron por debajo del nivel viviendo bajo los puentes, en
callejones y saguanes, comiendo en comedores populares o en los
zafacones de la basura. Allí “donde todo es mejor, no se pica caña, no
hay llamarada, no se lucha con nada sin saber porqué”, millones de
“ciudadanos americanos” principalmente negros, latinos y asiáticos,
están viviendo la estadidad para los pobres – para los ricos la
opulencia - que nos prometen los anexionistas. Podría decirse que la
ciudadanía americana apenas le sirve pa’ limpiarse el culo. Pero ese es
otro tema.
Al momento en que comiencen los recortes federales
la nueva administración de AGP le echará la culpa a la administración
anterior y a la crisis mundial y aquí no ha pasado nada. ¿Prueba?: que
el candidato que ganó los comicios electorales no presentó ni una sola
idea de cómo va su administración a enfrentar la crisis económica, los
graves problemas de desempleo y criminalidad, y en las áreas de la salud
y la educación sólo habló de generalidades y lugares comunes, y ni
siquiera hubo un compromiso de darle una peseta de aumento a los
empleados públicos. Lo único concreto que Agapito dijo sobre la economía
fue que va a revisar – que en su lenguaje significa cambiar - la ley
que le impuso un 4% a las empresas foráneas que con todo e impuesto se
llevaron $35,000 millones en ganancias este año, porque esa ley
“maltrató” a la industria farmacéutica. El que quiera ver que se quite
la venda de los ojos.
Más allá de la pajuncia y la saliva, la
agenda de Agapito es la misma agenda de protección de los intereses del
gran capital, industrial, comercial y financiero, que se nutre de la
permanencia del capitalismo colonial vigente en Puerto Rico. ¿Ya se
olvidaron de quien inició la privatización de los hospitales en la
década del 80 y la privatización de la Telefónica en 1990? ¿Ya se
olvidaron del Plan de los 100 días de Acevedo Vilá y de Silva Puras, que
incluía, entre otras cosillas, la privatización del mantenimiento de
las líneas eléctricas y las plantas en la AEE y el impulso de las
escuelas chárter en el Departamento de Educación? ¿Alguien olvidó el
aumento en las matrículas en la UPR, la Huelga del CUCA y la represión
de la fuerza de choque en la Huelga de la Federación de Maestros? La
diferencia fundamental entre el PNP y el PPD no es el látigo; es que el
PPD perfuma el látigo antes de golpear al pueblo y el PNP lo hace sin
aroma. Lastimosamente, algunos como los tristemente célebres melones, se
dejan embobar con el perfume y los contratitos que el PPD – ahora
Carmen Yulín – le dispense. Y el pueblo mal agradecido, que no valora el
cambio de estilo, que se joda.
Quisiera equivocarme pero lo
que viene es caña. La tendencia mundial del capital y Puerto Rico no ha
sido la excepción, es la privatización de las corporaciones públicas,
las agencias y servicios públicos de salud y educación, entre otros, que
le abren nuevos mercados a la inversión privada y desmantelan derechos
fundamentales de los trabajadores y el pueblo pobre. La producción de
energía eléctrica, el aeropuerto, los sistemas de retiro y las escuelas
están en la mira del capital y para los gobiernos que dependen de ese
capital y de garantizar las jugosas ganancias y el control a los
bonistas, esos haberes son una dulce tentación. La combinación del
dinero, “un millón de copias obligao”: reducción de la nómina
gubernamental, despidos, pésimos servicios y privatización, eso es lo
que hay. Se me olvidada: Agapito dijo clarito que, aunque se opone a la
APP del aeropuerto, va a respetar los contratos firmados. Con esas
oposiciones mongas va a vender el país.
Ganaron los ricos,
cuatro años más. ¿Y el movimiento o meneíto obrero? El MST, la
Federación de Maestros, los estudiantes universitarios y otros contados
sectores, estarán en la calle resistiendo como gato boca arriba, como
siempre lo han hecho ante todas las administraciones de los ricos,
azules o rojos. Vastos sectores del pueblo seguirán en la calle
desempleados, ahogados por los efectos de la crisis y los abusos del
gobierno mientras sus líderes chupa-cuotas engordan. ¡Esa es la
pregunta! Si tienen alguna duda de donde va a estar parado el meneíto
sindical pregúntenle a Roberto Pagán, miembro del comité de transición
de Agapito, que se va a sentar en la falda de los representantes de la
industria y la banca, como muñeco de ventrílocuo, para darle el visto
bueno a la “concertación” de intereses entre los lobos y las ovejas.
Quede claro que Robertico está de parte de los lobos. Esos canallas
chupa-cuotas financiaron la campaña de Agapito, de Carmen Yulín y de
Tato 100% populete, e igual que hicieron bajo el gobierno de Acevedo
Vilá cuando apoyaron sus políticas anti-obreras y marcharon a favor del
IVU, van a ser la “zona de amortiguamiento” de la lucha de clases. Hijo
de culebra no puede salir redondo.
Este proceso electoral
arrojó una segunda lección que no podemos soslayar. Fortuño casi ganó.
(876,001 votos ó el 47.09%) Perdió por apenas 12,949 votos. Muchos están
hablando del voto de castigo pero si los estimados del PNP, de que unos
70,000 penepés no votaron, son correctos de lo que podría hablarse es
del no voto de castigo. La reflexión tiene que ser obligada porque ese
resultado le para los pelos a un calvo. Después de todas las medidas
anti-obreras, los despidos de la Ley 7, los abusos contra los
estudiantes, los maestros y grupos profesionales, la corrupción y saqueo
de los fondos públicos, la protección de maleantes en la legislatura y
el gobierno, el control del Supremito colonial y el desbarajuste social
imperante, ¡coño! ese fascineroso por poco gana las elecciones.
Y los analistos me dirán que el problema era que Agapito era flojo y
eso favoreció a Fortuño. Quizás, pero esa argumentación sólo sirve para
explicar los votos de AGP. Que más de 870,000 personas hayan apoyado a
Luis Fortuño, no puede despacharse con el argumento de que el PNP es el
partido más grande del país. Ese es el “frostin” del biscocho la
pregunta es ¿por qué un estrato tan grande del país apoya a un candidato
anexionista por encima de todos los abusos, corrupción y medidas
anti-obreras? Pierluisi sacó más votos que nadie por lo cual hacen bien
los defensores del PPD en no exagerar la contentura porque si Fortuño
“origen de todos los males” por poco gana las elecciones, con Pierluissi
o algún otro candidato ante el previsible fracaso de las políticas de
AGP, no debe tener muchos problemas para ganar las elecciones del 2016.
¡Quítate tú, pa’ ponerme yo!
“El pueblo se hartó”, dice la
primera plana del otrora periódico de la independencia y ahora gaceta
del melonismo, Claridad. Si acaso, se hartó la mitad del pueblo votante,
porque la otra parte votó por el fascista Fortuño. Análisis de ese
talante junto a la entusiasta celebración del triunfo de Carmen Yulín y
otras sandeces, son los que han llevado al independentismo a convertirse
en un absceso (o nacido) del Partido Popular. Volvamos al punto. Súmele
al análisis que muchos populares votaron por Pierluissi y por la
estadidad en la segunda pregunta y se completa el cuadro de la que debe
ser preocupación obligada de los independentistas y socialistas. El
origen de la fortaleza electoral de Fortuño – repito por poco gana – y
del PNP hay que explicarla, entre otras cosas para beneficio de las
estrategias de lucha de aquellas organizaciones que todavía creemos en
la independencia y el socialismo.
La estrategia de realizar el
plebiscito junto a las elecciones funcionó, logrando movilizar a una
gran cantidad de estadistas a votar, haciéndoles creer que sólo un
gobierno PNP puede darle seguimiento a un triunfo de la estadidad. La
campaña millonaria del PNP logró proyectar la obra de Fortuño como una
realidad tangible a la cual sólo su administración podía darle
continuidad y a la misma vez, remachó la debilidad de AGP para dirigir
el gobierno dentro de la situación de crisis social que vive el país.
Fortuño exacerbó las pasiones de los votantes estadistas,
particularmente los más viejos, haciéndoles creer que un triunfo de
Agapito ponía en peligro los fondos federales, los cupones, el seguro
social y hasta la llegada de Santaclós estas navidades. Un gobernador
que en agosto después del Referéndum de la Fianza parecía abatido y
presa fácil de la segura derrota, por poco gana las elecciones.
Contradictoriamente, Fortuño sorteó de manera magistral su peor
pesadilla: la Ley 7 que provocó el despido de 30,000 empleados públicos.
Agenciándose la complicidad del meneíto sindical, particularmente de
las uniones chupa-cuotas de la AFL-CIO, la SEIU, el CPT y hasta de la
Coordinadora Sindical, fue limpiando su imagen. Después del paro del 15
de octubre del 2009, toda la palabrería y amenazas de paro general se
disiparon en aceptación interesada. Se inició la era del silencio.
Seguir recibiendo las millonarias cuotas de los afiliados que le
quedaban y proteger sus empresas sindicales fue más importante que
defender a los trabajadores despedidos y abusados. Aceptaron sin chistar
la congelación de los convenios colectivos durante dos años y
negociaron el despido de miles de trabajadores, aceptando de una vez la
supuesta crisis fiscal del gobierno. Finalizada la Ley 7 negociaron
convenios de a vellón basados en promesas de aumentos sujetos a que las
agencias logren ahorros en los años venideros. Se vendieron como
lechones de a peso y a cada rato Fortuño se lo sacaba en cara cuando
decía que ninguno de esos líderes podía hablar contra el gobierno porque
les había firmado más de 40 convenios. La paz laboral, con
características de luna de miel, lograda con estos sindicatos fue una
carta electoral importante para que un gobernador fascista pasara ante
el pueblo votante como un demócrata. ¡Qué lavá de c…ara señoras y
señores! Por eso cuando semanas antes de las elecciones vinieron con el
aguaje populete de “Prohibido Olvidar” sus matrículas no le
respondieron. Parecía una marcha del “Walking Dead”.
Pero sobre
todo, Fortuño operó sobre la realidad de que la economía de la Isla
está totalmente anexada a la economía de EU y, con la excepción del voto
presidencial y el pago de contribuciones federales, para todos los
efectos prácticos, Puerto Rico es un estado de ese país. Por
consiguiente, cuando los estadistas y los populares hablan de la unión
permanente están reflejando esa realidad. Esa a su vez, es la base
material del régimen colonial llamado Estado Libre Asociado, y mientras
ese estado de cosas permanezca, lejos de debilitarse, se irá
fortaleciendo el proceso de anexión económica y política. Gracias a esa
realidad Fortuño logró que la campaña política girara en torno a los
temores de la gran masa de votantes creyentes en la unión permanente
pintando a AGP como “demasiado riesgo para Puerto Rico”.
Desgraciadamente, con la excepción del folklorismo culturalista de
“última hora” de AGP arropándose con la bandera de Puerto Rico y uno que
otro anuncio de los populares, la campaña sobre los beneficios de la
estadidad corrió sola. Parecía que en los partidos minoritarios no había
independentistas y que todos aceptaban la estadidad y la colonia como
un destino legítimo para el pueblo puertorriqueño. Fue vergonzoso que
con tantos millones disponibles para propaganda, el PIP el MUS y mucho
menos el PPT, no aprovecharan esa excelente oportunidad para defender la
independencia y repudiar la colonia y la estadidad. ¿Después se
preguntan por qué Fortuño fue casi ganador?
Bajo las
estridencias de los bombos y platillos se ha escapado un hecho de
singular importancia para el futuro de los procesos electorales en
Puerto Rico. La participación electoral respecto a los electores
inscritos, unos 2 ,400 ,000, estuvo en el 77%, lo que significa un 23%
de abstención electoral o unos 600,000 electores. Según esos números la
abstención es el tercer partido del país a punto de romper con el
bipartidismo menta’o que tanto le preocupa a Bernabe y al PPT. Súmenle
los más de 500,000 que no están inscritos desde el 2000 y podemos
reafirmar que el partido ganador fue la abstención. Por otro lado, esos
más de 600,000 electores inscritos que no votaron llevan un claro
mensaje de que ninguno de los seis (6) partidos los convenció de votar.
En un proceso en que participan tantos partidos, desde las elecciones de
1972, esa abundancia de alternativas y siglas no se tradujo en mayor
participación. Estuvieron bajo la campaña de medios más apabullante que
recordemos donde los partidos gastaron millones largos, tenían la
tarjeta electoral y, por tanto, la posibilidad de votar, pero no lo
hicieron. Esas y esos no se creyeron el cuento de que más partidos
inscritos sea sinónimo de más democracia, la gente tuvo más opciones
partidarias pero ninguna alternativa verdadera para solucionar los
problemas del país. Ese alto porcentaje de abstención, unido a los miles
que ya se cansaron hasta de inscribirse, denuncian un gran descontento
del pueblo en los procesos electorales, una seria fisura en la confianza
en los partidos electorales, y un terreno fértil para convertir el
descontento de muchas de esas personas en consciencia y acción política.
Más de un millón de personas fuera del proceso electoral pone en la
calle y en las acciones contestatarias una avenida de lucha de gran
importancia. (La tasa de participación electoral está en 62%.; 38 de
cada 100 electores hábiles para votar no vota.)
Todo lo
anterior es bicoca comparado con las reacciones de los partidos
emergentes – mejor llamarlos sumergentes - y el PIP. Todos fracasaron en
sus objetivos electorales. No quedaron inscritos, sacaron una exigua
cantidad de votos y sólo el PIP parece que logró representación
legislativa. Digo parece porque todavía falta ver si el recuento
ratifica la elección de María de Lourdes Santiago. Sin embargo, ante el
fracaso estrepitoso en vez de asumir una actitud humilde, autocrítica,
evaluativa, reflexiva, reaccionaron como movidos por un resorte diciendo
que se van a inscribir inmediatamente. ¡No habían evaluado un carajo su
desastre electoral y ya estaban haciendo gestiones para inscribirse y
mantener el subsidio electoral!
¿Quién puede creer o confiar en
candidatos a la gobernación de partidos que fueron barridos del proceso
electoral, que cogieron una pela asquerosa, pero en vez de aceptar
autocríticamente su derrota aplastante se proclaman jubilosos? Eso es
pura charlatanería electorera que tiene que ser repudiada. Si actúan así
con los escasos votos que obtuvieron, imagínense lo que harán si el
pueblo se vuelve loco y logran la gobernación. Si mienten descaradamente
tratando de ocultar lo inocultable sin poder político alguno son
capaces de cualquier cosa si se les delega aunque sea un chispito de
poder.
El MST la pegó. Dijimos que ninguno de esos grupos iba a
quedar inscrito, que sus posibilidades eran cero. No por sectarismo ni
cosa que se parezca, lo dijimos porque hemos vivido en Puerto Rico
durante los últimos 40 años, y modestia aparte, hemos estudiado las
serias limitaciones del sistema electoral burgués y el comportamiento
electoral respecto de los dos grandes partidos colonialistas que han
dominado la escena electoral. La ley de hierro de la dictadura de la
burguesía ejercida a través del proceso electoral dice que sólo se puede
romper el “bipartidismo” si uno de los grandes partidos burgueses se
divide o se disuelve. El sistema está diseñado para que nadie pueda
romper ese dominio, sólo una crisis política y social de grandes
proporciones puede lograrlo y esa no es la realidad de Puerto Rico. El
que creyó que recibiendo millones del barril de tocino del fondo
electoral iba a prevalecer se equivocó como tantos ingenuos o ¿listos?
que lo antecedieron.
Como habíamos advertido, el resultado
electoral fue cruel por demás con los partidos minoritarios. El proceso
los encumbró como parte de la estrategia de Fortuño para tratar de
detener la avalancha melona a favor de Agapito, le abrió foros y los
convirtió en “estrellas del espectáculo” y luego los desnudó como lo que
son pura imagen, pintura y capota. Se ratifica que para adelantar
objetivos electorales la imagen no es suficiente. No tenían funcionarios
en la inmensa mayoría de los colegios, no tenían estructura
organizativa para amarrar funcionarios, trabajar directamente con la
gente y movilizar electores. Los cierres de campaña anunciaban la pela
que iban a coger, pero seguían sembrando mentiras en los medios de
comunicación. Pensándolo bien el PPR, el PPT y el MUS son meramente
siglas alimentadas artificialmente por el fondo electoral.
Obviamente, los partidos sumergentes no quisieron asimilar la
experiencia de décadas de participación electoral del PIP. Todo el mundo
sabe que este partido se ha convertido en una pequeña maquinaria
electoral que sobrevive gracias al fondo electoral. La independencia ya
es un objetivo secundario, el objetivo principal es mantener el situado y
cierta presencia pública para que la gente se olvide de los continuos
fracasos electorales y en el año bisiesto ahogarse nuevamente con unas
promesas de crecimiento que nunca se verifican. Total para aspirar a la
independencia por confiscación no hace falta tener muchos votos, sólo
hace falta estar dispuesto a morirse de viejo.
En estas
elecciones dijeron que Dalmau representaba el “nuevo impulso
independentista”, que no había duda de que quedarían inscritos,
elegirían representación legislativa y lograrían el mayor crecimiento en
décadas. El mismo círculo vicioso de siempre, pero no dan muestra
alguna de detenerse a evaluar que su crisis es crónica. Contrario a la
credibilidad que como el papagayo reclaman a los candidatos de otros
partidos, ahora para tapar su desastre político y organizativo echaron
mano del confuso resultado del plebiscito que en alianza con Fortuño
ellos ayudaron a diseñar. La complicidad del PIP con el PNP tuvo como
resultado que legitimó la estadidad como un status anticolonial y le
permitió ganar ampliamente la farsa plebiscitaria. Si bien es cierto que
en este momento al imperialismo yanqui le conviene más la
colonia-territorio que la colonia-estadidad mientras más avance la
anexión económica y política y el apoyo de grandes sectores del pueblo a
la anexión, más difícil se hará la conquista de la independencia y el
socialismo. Por lo tanto, el combate contra el colonialismo, llámese ELA
o estadidad, es una obligación ineludible.
El MST insiste en
que, con el plebiscito o sin él, la estadidad no es una alternativa
descolonizadora, por el contrario es la culminación del coloniaje y no
se puede reconocer un resultado plebiscitario que se obtiene bajo el
control total del gobierno imperialista de Estados Unidos. Ningún pueblo
colonial puede elegir libremente si las instituciones, las empresas y
las fuerzas militares del país imperialista mantienen el control
absoluto sobre la colonia. Por lo tanto, la contentura del liderato del
PIP celebrando que una mayoría votó en “contra del estatus territorial”
siendo la mayoría de esos votantes defensores de un status colonial como
la estadidad, es una aberración inaudita. Las únicas alternativas
descolonizadoras son la independencia y la libre asociación, luego del
traspaso de poderes, incluir la estadidad en esa definición es poco
menos que hacerle el juego al colonialismo. ¿Qué está celebrando el PIP
que no sea haber legitimado los argumentos de los estadistas para
impulsar su gallo en Washington?
El otro caso típico del mundo
de los bizarros es el del PPT. No lograron ninguno de sus objetivos
electorales ni se convirtieron en la verdadera oposición ni cosa que se
parezca. Los 17,000 votos de Bernabe reflejan un fracaso total, pero
reflejan otras cosas adicionales. Durante meses los dirigentes del PPT
estuvieron creyendo y difundiendo por los medios que de seguro iban a
quedar inscritos y sus dos candidatas al Senado y a la Cámara serían
electas. No tenían la menor duda. Cuando le preguntaban qué base
científica tenían sus ilusiones decían que eso era lo que veían en la
calle. La calle les hablaba. ¿Sabían calleñol? El ilusionismo y la
enajenación de la realidad era de tal naturaleza que se trazaron el
objetivo de romper con el bipartidismo y se convertirían en la nueva
oposición política en el país. La destacada participación en los debates
de su candidato a la gobernación y el favor de los medios, lo
interpretaron como apoyo electoral y la chiringa se les fue ajuste. La
borrachera ilusionista desbordaba a una organización tan pequeña que,
aún cuando su poco concurrido cierre de campaña le dio un mensaje
contundente, seguía en el viaje electorero.
Desde esa tarima
Bernabe dijo que uno de los grandes logros de la campaña del PPT fue que
“transformamos la forma de hacer política en Puerto Rico”. Ese copiete
de lo que dijo Rogelio Figueroa a raíz de las elecciones del 2008 no
tiene el más mínimo fundamento y lo más seguro termine en el mismo
zafacón que terminó la aseveración de Rogelio. Hay que ser bien
arrogante y pretensioso para echárselas de haber transformado la forma
de hacer política en una campaña donde predominaron los ataques
personalistas, las medias verdades, las mentiras y las promesas
superficiales? La realidad es que Bernabe y el PPT no transformaron
nada, lo que hicieron fue integrarse a la forma habitual de hacer
política burguesa acomodando sus planteamientos a lo que es aceptable
dentro del régimen capitalista colonial. Echar mano de ese manido clissé
tiene el propósito de tirar una cortina de humo para tratar de ocultar
la derrota aplastante de su candidatura y del PPT.
La hipérbole
se traga a la realidad. Dentro de la concepción colonialista reformista
del PPT es innegable que Bernabe tuvo una destacada participación en
los debates y logró comunicar de manera sencilla su mensaje. Lo triste
es que esa capacidad se perdiera en las entretelas de una campaña
carente de todo contenido revolucionario, asimilable por tanto por el
Partido Popular. Cada vez que el candidato a la gobernación del PPT
decía que bajo el ELA – él eliminó de su lenguaje la palabra colonia –
se puede transformar la economía del país, su prestigio como socialista
se esfumaba y fortalecía el trillado y desprestigiado mensaje
colonialista del PPD. De hecho, escuché en varios sitios loas a Bernabe
por su defensa de lo que se puede hacer bajo el ELA. Hoy el PPT tiene un
candidato a gobernador ampliamente conocido en el país pero no tiene un
partido organizado. Un líder estelar no es la herramienta fundamental
para construir una organización electoral y mucho menos una organización
de lucha y militancia, como el reconocimiento público y los 53,000
votos de Rogelio Figueroa en las elecciones del 2008, no hicieron un
partido.
Aunque ya el comandante Bernabe decidió que el PPT se
va inscribir inmediatamente, sus miembros deben reflexionar sobre el
fracaso de su concepción política de “partido amplio” que integra a
populares, estadistas e independentistas, “sin definición” sobre el
capitalismo colonial. Bernabe repitió hasta la náusea, desde los debates
conmigo y Hugo Delgado hasta los debates públicos de la campaña, que
habían miles de independentistas, populares y estadistas descontentos
con los “partidos tradicionales” – ya no dicen burgueses - en
disposición de acoger un Partido de trabajadores que los representara
más allá de banderías ideológicas. Ese, supuestamente, era el origen y
razón de ser del PPT. Esa realidad dictaba la urgencia de fundar cuanto
antes, apresuradamente, esa organización. Creencia que sólo se sostenía
en las ilusiones de sus fundadores resultó ser totalmente infundada tal y
como nosotros le dijimos en distintas ocasiones. Los votos estadistas y
populares no aparecieron por ningún lado. Mientras el PPT con su lista
de compra típica del carrito de piraguas: “traigo de todos los sabores”,
sin definición expresa sobre el estatus, se estrellaba
estrepitosamente, el PIP definido por la independencia burguesa, dentro
de su particular colapso, sacó más del doble de los votos que obtuvo el
PPT. Moraleja: aguar el mensaje, pintarse de todos los colores y renegar
de las posiciones socialistas, produjo una exigua cantidad de votos… y
el desprestigio del liderato del PPT. Aclaro que no es cierto que el PPT
no tenga una definición sobre el estatus; si el PPT no brega con la
solución del problema colonial y lo posterga para cuando logren la
gobernación, significa que aceptan la realidad colonial capitalista
hasta que se dé el milagro de que ganen. Al no plantear la lucha
anticolonial y anticapitalista desde ahora es un partido colonialista
más pues aspira a gobernar la colonia.
Pero eso no parece ser
todo. El resultado y las reacciones electorales están aclarando la
consigna “abre paso”. Plantear la inscripción del partido sin evaluar
profundamente lo que llevó al fracaso electoral del PPT no deja lugar a
dudas de que lo sustancial para ese liderato es la franquicia electoral.
Seguir viviendo, como el PIP, del mantengo electoral es más importante
que los principios que supuestamente dieron vida al PPT. Nada, que le
cogieron el gustito al guisito. “Abre paso que voy pa’ encima otra vez a
coger mi cantito del bizcocho antes de que los populares me cambien la
ley.” Como diría un compañero, “los perdimos”, abrieron paso hacia el
despeñadero que la burguesía le preparó.
No puedo terminar
estas líneas sin decir algo sobre el decadente rol del MUS en el proceso
electoral. Sea dicho a su favor que no se han desbocado a llamar a la
inscripción, su posición ha sido más reflexiva y cuidadosa. Sin embargo,
están eufóricos, cantando victoria respecto al triunfo de Carmen Yulín
como ejemplo de las alianzas políticas que se deben promover. No negamos
la importancia del voto melón en el triunfo de Yulín, lo que se ve no
se pregunta. Lo importante es evaluar qué de positivo para el desarrollo
de la lucha por la independencia tiene el triunfo de una alcaldesa del
principal partido colonialista del país. Las alianzas suponen elementos
positivos para las partes pactantes. Ya sabemos lo que obtuvo Carmen
Yulín, el voto melón le dio el impulso para ganar la alcaldía. ¿Qué ganó
el MUS? Hasta ahora lo único que se sabe es que le van a dar contratos a
Tato Rivera Santana y quizás a otros dirigentes. Esos contratos son
buenos para esas personas pero hasta ahí. No vemos qué gana la lucha por
la independencia que preconizan de palabra los líderes del MUS. Dicho
sea de paso, en el caso de Tato todo el mundo sabe que ha sido un aliado
de los populares y ha tenido contratos en otras ocasiones. Su talento –
recubierto por cierto barniz independentista - siempre ha tenido buen
precio. Tantas genuflexiones indecorosas ante los populares y cuando le
mendigó el voto se escocotó jalda abajo.
Decirle alianza al
apoyo populete del MUS a Carmen Yulín es como decirle aliadas a las
hormigas que se chupa un oso hormiguero. Después de esa entrega impúdica
que ellos llaman alianza lo peor está por venir. Carmen Yulín ha sido
bien clara en que no tiene agenda alguna para impulsar la soberanía ni
cosa que se parezca desde la poltrona municipal. Ni siquiera se atrevió
decir que iba a votar por el “ela soberano” antes de la votación, lo
dijo después. Y cuando tenga todos los resortes del poder municipal en
sus manos, lo más seguro seguirá siendo buena gente, pero los
compromisos firmados y su soberanismo de pacotilla quedarán en el mismo
museo donde está guardado el del MUS. ¿Alguien cree en este país que la
gente del MUS, el MINH y ramas anexas no sabían que eso iba a ser así?
El mundo de los bizarros no existe. Regresemos a la realidad. Los votos
obtenidos por los dos partidos burgueses colonialistas suman más de
1,750,000. Hay mucho descontento en el país pero todavía estos partidos
son una fuerza ampliamente dominante. Unas 1,100,000 personas se
hartaron de votar en unas elecciones que no resuelven ninguno de
nuestros problemas fundamentales. Se abre una puerta.
Los
partidos sumergentes probaron que eso de que “la imagen lo es todo” no
funciona en el proceso electoral, la imagen no vale nada si no se tiene
pueblo en lucha organizado para cuestionar la dictadura del capital
desde la calle. Todos esos partidos son el producto de las
elucubraciones e ilusiones de las mentes de unos líderes que no saben a
qué huele el sudor de los trabajadores y otros sectores oprimidos. No
representan a ningún sector significativo en lucha, en ese sentido son
grupúsculos electorales sin base social que no sea el sector pequeño
burgués de donde proceden. Su fracaso y el regreso al mundo real, era
previsible.
Por otro lado, para luchar en la calle defendiendo
los intereses de las trabajadoras, los estudiantes, las mujeres, los
residentes de las comunidades pobres y las luchas ambientales, no hay
que inscribirse ni tener permiso de le Comisión Estatal de Elecciones. Y
aunque son procesos sumamente difíciles y sacrificados, es a través de
estas luchas que se obtienen y garantizan las conquistas del pueblo. De
hecho, si en algún momento existiera la posibilidad y necesidad de
lograr algún objetivo de carácter electoral, utilizando la tribuna
parlamentaria para denunciar y destruir desde adentro la dictadura de la
burguesía, como parte de una estrategia revolucionaria, las luchas de
masas políticas y reivindicativas serían la base de esa participación.
En tercer lugar, si estamos convencidos de que el sistema capitalista
colonial donde sobrevivimos no puede resolver nuestros problemas
fundamentales, no nos queda otra que plantear de manera clara,
contundente y sin miedo ni vergüenza, la imperiosa necesidad de la
revolución socialista que logre la independencia y asegure el poder de
las y los trabajadores. Tenemos que defender e impulsar el socialismo en
todos los escenarios de la sociedad. No podemos esconder nuestra
ideología ni aguar posiciones. El socialismo tiene que ser un proceso
consciente y radical que contribuya realmente a transformar el sistema
capitalista. La coyuntura de crisis económica y social que se amplía a
partir del resultados electorales es una gran oportunidad para que el
socialismo se fortalezca como una opción al margen del proceso electoral
y eche raíces en la clase obrera y sus sectores aliados. Esa sigue
siendo la agenda del Movimiento Socialista de Trabajadores (MST), ahora
con renovadas perspectivas.
¡GANARON LOS RICOS, LA LUCHA SIGUE! ¡SOCIALISMO: ÚNICO CAMINO!
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