(Indymedia Puerto Rico).– El Proyecto de
Investigación Estratégica del Colegio de Guerra del Ejército de Estados
Unidos tiene, desde el año 2011, un plan para restablecer las bases
navales, aéreas y terrestres en Puerto Rico con la utilidad manifiesta
de apuntalar la hegemonía estadounidense en el Caribe e influir
específicamente en cambios políticos en Cuba.
“Será una
victoria regional enorme para Estados Unidos”, afirmó el teniente
coronel Lalo Medina, cuya propuesta se basa en que se escoja para Puerto
Rico la anexión como estado de la Unión y se aprovechen las
circunstancias que el proceso crearía para el resurgir como bastión
militar de esta nación isleña del noreste del Caribe.
El
documento, que el Colegio de Guerra advierte representa exclusivamente
la opinión de su autor, toma como un hecho que la condición política de
Puerto Rico “necesita evaluarse y cambiarse en el término de seis años” y
coincide con la convocatoria de un plebiscito junto con los comicios
generales de noviembre. En el mismo, se preguntará a los electores si
desean que el país siga siendo colonia, además de escoger si prefieren
la “estadidad” (anexión), la independencia o el Estado Libre Asociado
Soberano (libre asociación).
El autonomista Partido Popular
Democrático, principal de oposición, está pidiendo a sus seguidores que
voten “Sí” a la primera pregunta y dejen en blanco la segunda pregunta,
lo que dejaría el espacio abierto para que la anexión, defendida por el
oficialista Partido Nuevo Progresista, pueda acumular una mayoría de
sufragios. El PNP resulta además favorecido por la circunstancia de que
se han declarado neutrales los partidos del Pueblo Trabajador,
Movimiento Unión Soberanista, el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico
y el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, lo que deja la
defensa de la independencia al Partido Independentista Puertorriqueño
solo.
Tanto el PNP como el PIP promoverán el “No” a la colonia
en la primera pregunta, al igual que el nuevo grupo ALAS, que ha asumido
la tarea de defender el ELA Soberano.
El sector militar
independentista, representado por el Ejército Popular
Boricua-Macheteros, rechaza toda participación electoral bajo el régimen
colonial y continúa preparándose para la confrontación con las fuerzas
armadas estadounidenses.
El estudio del teniente coronel Medina
tiene coincidencias y diferencias con el que hizo la teniente Shirley
Román para la Escuela Naval Postgraduada de la Armada de Estados Unidos
en 1991. Pero en este otro documento, la opción favorecida para Puerto
Rico fue el “Estado Libre Asociado mejorado” que, de hecho, ganaría el
plebiscito de 1993.
La teniente Román planteó entonces que “las
consideraciones prácticas dictan que este asunto se atienda en términos
de los objetivos de las posiciones de política exterior de EEUU para
Puerto Rico y el Caribe como un todo y lo que se percibe como lo mejor
para los intereses nacionales de los Estados Unidos”.
Dentro de
ese contexto, la teniente Román argumentó que lo que había que hacer
era conceder a Puerto Rico más autonomía pero sin eliminar la dominación
teniendo en cuenta “el hecho de que Estados Unidos ha logrado
establecer una presencia fuerte en el Caribe, en parte por el desarrollo
de bases del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada”. Además,
argumentaba que “Estados Unidos deriva beneficios del status de Estado
Libre Asociado a través de un monopolio económico bien sólido”.
En los años pasados desde entonces, la situación económica y militar ha
variado mucho. El propio gobierno de EEUU eliminó los privilegios
tributarios para la inversión de capital estadounidense en Puerto Rico
–con lo que se cumplieron los peores pronósticos que hacía la teniente
Román atribuyéndolos a la anexión o la independencia- y la lucha contra
la Armada en Vieques marcó el fin de la era de las grandes bases
militares y navales en esta nación isleña.
El teniente coronel
Medina retoma esos puntos y plantea que se puede anticipar que con la
anexión llegarían en masa inversiones de capitales para integrar la
economía con la de EEUU. Además, indica que la experiencia de la lucha
de Puerto Rico en defensa de Vieques fue precisamente lo que “hizo
despertar” a EEUU sobre el hecho de que, aún bajo el régimen autonómico,
“esta pequeña isla impactó el peso de la seguridad nacional de EEUU y
potencialmente debilitó sus posibilidades de obtener apoyo
latinoamericano”.
Pero, en su opinión, eso se corrige con la
anexión, una de cuyas ventajas podría ser “un resurgir militar” con el
cual se podrá “incrementar inmediatamente la seguridad en la región y
establecer una presencia renovada en el Caribe”. “El estado de Puerto
Rico será un jugador clave para ayudar en cualquier transición futura de
una Cuba libre a la democracia”, dice el documento.
Su plan
toma en cuenta esa oposición puertorriqueña y recomienda medidas
cautelares de protección del ambiente en las nuevas instalaciones
militares, se maneje adecuadamente los medios de comunicación masiva y
se reclute el patriotismo y el entusiasmo de los puertorriqueños en el
período de transición.
Uno de los aspectos más curiosos del
plan es que plantea que si Puerto Rico se convierte en un país
independiente “el deterioro por los problemas económicos probablemente
provoquen altas tasas de crimen, incremento en la inmigración de otras
islas caribeñas, tráfico de drogas y potencial de importación del
terrorismo”. Pero casi todos esos problemas son ya cotidianos en esta
nación isleña bajo la dominación de EEUU.
El teniente coronel
Medina rindió su informe el 11 de marzo de 2011, justo el mismo día en
que, luego de un prolongado período de alzamientos estudiantiles –en los
que hubo enfrentamientos con la Policía nacional, heridos y torturados-
estudiantes insumisos y grupos de apoyo celebraron un modesto acto de
recordación del motín de esa misma fecha en 1971 en el que desconocidos
mataron al comandante y un sargento de la unidad antimotines y a un
cadete del Ejército. En esa ceremonia se volvió a escuchar el canto
rebelde de la Universidad “está en la calle con su último detalle y su
bomba molotov”.
Por Jesús Dávila / NCM
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