(elciudadano.cl).-Este lunes 3 de septiembre fue
presentado en el Congreso Nacional el proyecto de reforma constitucional
para instalar una cuarta urna en las elecciones de 2013. La iniciativa
es que los ciudadanos se pronuncien sobre la
alternativa de mantener vigente la Constitución de 1980 o de convocar a
una Asamblea Constituyente que redacte un nuevo texto. Para que el proyecto sea aprobado se necesita el voto de los tres quintos de los diputados y senadores, en cada Cámara.
El Comité de Iniciativa
por una Asamblea Constituyente junto a varias organizaciones sociales
presentó en el Congreso Nacional el proyecto de reforma constitucional
para que se instale una cuarta urna en las elecciones de noviembre de
2013, para que la ciudadanía decida si quiere seguir con la Constitución
de 1980 o convocar a una Asamblea Constituyente con el fin de redactar
una nueva Carta Magna.
Gustavo Rus, miembro
del Comité, explicó que se necesita convocar de manera urgente a una
Asamblea Constituyente, para cambiar la Constitución, ya que “nuestra
sociedad y todas las leyes de la República son determinadas por la
Constitución de Pinochet”. Agregó que el pueblo chileno tiene “el
derecho de elegir su propio destino”, a través una vía pacífica.
Además los miembros del Comité de
Iniciativa por una Asamblea Constituyente reaccionaron con fuerza a las
críticas de la Alianza, de autoridades del gobierno y de varios
periodistas, quienes fustigaron la idea de convocar a una Asamblea
Constituyente.
Rus criticó en particular el editorial
del Mercurio publicado la semana pasada, que plantea que “entregar
decisiones complejas y trascendentes para el bien social, a fuerzas
capaces de movilizar las masas, en un determinado momento, puede ser muy
peligroso [...] Tras el asambleismo se esconde casi siempre la voluntad
de imponer a una parte del país una decisión para la cual no existe
consenso”.
Rus declaró que esta acusación “no tiene
ni pie ni cabeza” y que este editorial “refleja la postura elitista y
clasista del liderazgo político en Chile”, citando las palabras del
senador Carlos Larraín (Renovación Nacional), quien declaró a una
periodista en la televisión “¡imagínate si hay una Asamblea
Constituyente, cualquier podrá opinar!”.
Al contrario, Rus indicó que no existe
ninguna voluntad de “imponer” una nueva Constitución a quien quiera que
sea, declarando solemnemente que, cuando la Asamblea Constituyente será
instalada, todos -incluso los Pinochetistas- tendrán derecho a estar en
ella, para que “no haya exclusión”.
“No vamos a usar la Constituyente para
aplastar a nadie, sino que para refleje efectivamente un proceso
democrático [...] Estamos todos los chilenos y chilenas en un diálogo
para decidir que país queremos.” Añadió que se trata de una “visión
patriótica, porque queremos a Chile” y que la iniciativa a favor de la
cuarta urna proviene de un grupo plural.
El senador José Antonio Gómez Urrutia,
presidente del Partido Radical Social Demócrata (PRSD), añadió que
pedir a los parlamentarios que dejen la ciudadanía decidir si quiera o
no una nueva Constitución, que sea redactada por una Asamblea
Constituyente, “es un acto profundamente democrático”.
Además, Rus indicó que existe un claro
consenso actualmente en Chile sobre el imperativo de cambiar el texto
dictatorial de 1980, que a su juicio es “la peor Constitución de América
Latina”. Explicó que se trata de una cuestión transversal y no
solamente jurídica. Rus evoca los problemas en la educación, con los
pueblos originarios o las discriminaciones hacia las mujeres, asegurando
que la mayoría de los chilenos quieren cambiar lo que pasa en estos
ámbitos actualmente, dado que todas las injusticias tienen sus raíces en
la Constitución de 1980.
Agregó que hay que redactar una nueva
Carta Magna, con el fin de “cambiar las cosas profundas para que Chile
sea más democrático, más justo, más unitario y sobre todo más soberano”,
dado que muchas decisiones son únicamente tomadas por la elite
actualmente.
LA LLAVE PARA CAMBIAR LA CARTA MAGNA
La iniciativa a favor de la cuarta urna
para convocar a una Asamblea Constituyente ya cuenta con el respaldo de
varios parlamentarios. Ya fue apoyada en los congresos del Partido
Socialista y del Partido Comunista, y en el Consejo Nacional del Partido
por la Democracia, del Partido Radical y de la Democracia Cristiana.
Myriam Verdugo,
consejera nacional de la DC, confirmó que su partido, por lo menos entre
sus militantes está “participando en el movimiento para la Asamblea
Constituyente desde hace muchos años” y que “tiene confianza en la
gente”.
Varios senadores, además de Gómez, apoyan el proyecto, como Fulvio Rossi (PS), Jaime Quintana Leal (PPD) y Alejandro Navarro Brain (MAS).
Mauricio Salinas, uno
de los abogados que trabajaron sobre el proyecto de reforma
constitucional con el fin de convocar a una Constituyente, recordó que
se trata del único medio que existe para cambiar la Constitución. “En
las actuales condiciones de nuestra institucionalidad, no existe la
posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente” directamente,
explicó el abogado. No existe tampoco la posibilidad de cambiar
totalmente la Carta Magna, ya que el texto solamente permite la
modificación de algunos elementos. Entonces, la llave del proyecto es
“establecer un mecanismo en nuestra institucionalidad -en la actual
Constitución- que permita llamar a una Asamblea Constituyente”, a través
de la instalación de una cuarta urna en 2013.
¿Vamos a lograr los votos o no en el
Congreso Nacional? Eso es la pregunta principal ahora, como lo planteó
el senador Gómez. Para que el proyecto de reforma constitucional sea
aprobado, requiere el voto de los tres quintos de los diputados y
senadores, en cada Cámara, un alto quórum.
Así las cosas, una fuerte presión social parece necesaria para que los parlamentarios aprueben el proyecto. Es por eso que Matías Sagredo,
de la Red de Estudiantes por una Asamblea Constituyente, convocó a
juntarse frente al ex Congreso Nacional, en Santiago Centro, este lunes,
a las 11h.
Rus indicó que quieren realizar también
una consulta ciudadana para interpelar directamente a los chilenos para
que digan si quieren seguir con la actual Constitución o no, aunque la
fecha de esta consulta todavía no ha sido fijada. Además, una cumbre
social está convocada los 7 y 8 de septiembre. Serán además organizados
un cacerolazo el 13 de octubre, así como una manifestación ciudadana el
20 de octubre en el Parque O’higgins, para llamar a realizar esta
cuarta urna.
Chloé Lauvergnier
El Ciudadano


