La paralización laboral de cinco días, que comienza a partir de este martes, convocada por los sindicalistas, es fruto de las conversaciones mantenidas con el ministerio de Hacienda, las cuales acabaron en un callejón sin salida.
Según el ministerio de Hacienda, las huelgas, probablemente, afectarán negativamente al trámite de la entrega de la propuesta de Presupuesto General de la Nación para el próximo año al Parlamento.
Por otro lado, el Gobierno del nuevo presidente paraguayo, Federico Franco, ha hecho hincapié en que no accederá al aumento solicitado por la falta de fondos para enfrentar favorablemente dicha demanda.
Asimismo, Asunción tendrá que afrontar a otro desafío, dado que a partir del miércoles, la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de Paraguay, que agrupa en su seno a cinco centrales del sector, movilizará a nivel nacional a los campesinos con el fin de protestar por la decisión oficial de utilizar semillas transgénicas para la siembra de algodón.
Los campesinos, apoyados por la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas, la Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas, Organización Nacional Campesina y la Central de Organizaciones Campesinas Populares, rechazarán las semillas transgénicas por el perjuicio ambiental y económico a los pequeños y medianos productores, y reclamarán una reforma agraria integral que termine con el control de las tierras por latifundistas y empresas extranjeras.
