Radio Globo informó por Internet que el edificio diplomático está rodeado por Fuerzas Militares. Además, aseguró que hay francotiradores apuntando y observando todo lo que sucede en el interior.
(Resumen Latinoamericano/Púlsar).- La emisora hondureña Radio Globo denunció este sábado, mediante sus transmisiones por Internet, que la sede de la embajada de Brasilia en Tegucigalpa, donde se encuentra refugiado el mandatario constitucional centroamericano Manuel Zelaya, está rodeado por Fuerzas Militares entre las que se encuentran francotiradores.
El medio aseguró que “hay francotiradores apuntando y observando todo lo que sucede en el interior” de la sede diplomática.
En tanto, los representantes del Gobierno legítimo de Honduras en la mesa de diálogo con el régimen de facto llegaron a la embajada de Brasil para reunirse con el presidente Zelaya.
La ministra de Trabajo del Gobierno constitucional hondureño, Mayra Mejía, el ministro de Gobernación, Víctor Meza, y el dirigente social, Juan Barahona, se encuentran en el lugar para comunicarle al presidente los avances de la tercera ronda de negociación. Mejía consideró que esta situación en Honduras parece una "película de terror" y relató que para ingresar a la embajada tuvieron que pasar por extensos controles de seguridad. Por su parte, Meza aseguró que la mesa de diálogo logró importantes avances al tiempo que señaló que llegaron a un 60% de acuerdo aunque todavía continuarán las negociaciones. A su vez, Barahona comentó que el Frente de Resistencia mantendrá la demanda por una Asamblea Constituyente aunque logren que Zelaya sea restituido a su cargo.
Las negociaciones deben lograr un acuerdo antes del 15 de octubre ya que de no ser así, acabará la mesa de diálogo e intervendrá la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Para presionar la salida del gobierno de facto en Honduras, Zelaya exigió la aplicación de sanciones económicas y comerciales más fuertes, y advirtió que las medidas aplicadas al gobierno golpista no son suficientes para combatir el régimen represor. El mandatario dijo estar dispuesto a sentarse frente a frente con el Gobierno de facto de Roberto Micheletti para buscar una verdadera salida al problema. Además, rechazó las actuaciones permisivas de la Organización de Estados Americanos (OEA), Estados Unidos y el resto de las instancias internacionales que no han actuado con éxito en la restauración de la democracia en Honduras y las calificó de débiles. “Si no van a revertir este golpe hubiera sido mejor que guardaran silencio y no se pronunciaran”, dijo. A pesar de las continuas presiones, Zelaya dijo no tener intenciones de desistir en sus intenciones por restaurar la democracia legítimamente.
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