(Radio Progreso).- El Gobierno de México, cerró la mañana de este sábado (18/01/2020) el
paso fronterizo del puente sobre río Suchiate, en Ciudad Hidalgo estado
de Chiapas, que conecta con la aduana de Tecún Umán en Guatemala. El
propósito es claro: evitar que la primera caravana compuesta por más de 4
mil hondureños y hondureñas cruce por su territorio rumbo a Estados
Unidos. La situación es tensa.
Hombres y mujeres en su mayoría jóvenes procedentes de diversas
partes de Honduras, pasaron la noche en el albergue del Migrante y las
calles de Tecún Umán, después de haber caminado más de 6 horas desde
ciudad de Guatemala donde descansaron el jueves, luego del viaje que
realizaron ese mismo día, desde la occidental ciudad hondureña de
Ocotepeque.
Este sábado la luz del día y el bullicio de los comerciantes de
Tecún, despertaron a por lo menos mil 500 migrantes que dormían en las
aceras de las calles y áreas verdes. Cuando el reloj marcaba las 6:50 de
la mañana un buen grupo de migrantes caminaron sobre el puente
fronterizo de Suchiate, hasta llegar al punto de entrada a territorio
mexicano.
Después de permanecer una hora frente a un cordón de efectivos de la
Guardia Nacional, dos menores se desmayaron por la alta temperatura y la
aglomeración de gente. Minutos después, la desesperación de no
encontrar respuestas de las autoridades migratorias llevó a que
intentaran pasar a empujones la frontera entre Guatemala y México.
El intento fue frustrado por los antimotines, quienes utilizaron los
escudos para golpear y gas pimienta que fue lanzado en el rostro de al
menos 25 migrantes. Después del incidente unos 80 agentes de la Guardia
Nacional y autoridades migratorias mexicanas procedieron a cerrar con un
alto portón color verde el puente del paso fronterizo.
A eso de las 10 de la mañana de este sábado, las autoridades
mexicanas decidieron permitir el ingreso de grupos de 20 para hacer los
trámites de solicitud de estadía en México. Sin embargo, hay
desconfianza de los migrantes, quienes temen ser deportados. Hasta las 5
de la tarde de hoy sábado ingresaron un promedio de 300 personas. La
situación es un secreto de las autoridades migratorias mexicanas quienes
aseguran no estar autorizadas para hablar sobre el tema.
“Nosotros no nos vamos a arriesgar ingresando a Migración de México
como lo han hecho este día algunos compañeros de la caravana, porque
esto puede ser una trampa para deportarnos”, aseguró la hondureña Mirian
Padilla, mientras cargaba en sus brazos a su hija de un año de edad y
observaba a la Guardia Nacional en el punto fronterizo de Tecún.
La mayoría de los migrantes coincidieron en esperar el resto de
integrantes de la caravana quienes llegaran esta noche a dicha ciudad
fronteriza. “Cuando estemos completos vamos a ingresar a México, pero
juntos y no en grupos de 20 como se hizo este sábado”, manifestó Jorge
Medina, originario de Tocoa, Colón.
El gobierno mexicano reforzó desde ayer viernes la vigilancia en la
frontera con Guatemala con alrededor de 200 agentes de la Guardia
Nacional equipados con escudos, cascos, chalecos, gas pimienta y bombas
lacrimógenas. Buscan disuadir el avance de la llamada Caravana 2020,
conformada por unos 4 mil hondureños y hondureñas que pretenden ingresar
al país azteca. A esta caravana también se han unido salvadoreños y
guatemaltecos.
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, ofreció ayer
viernes 4 mil empleos a los migrantes que partieron la noche del martes
desde San Pedro Sula, al norte de Honduras. Sin embargo, “no hay
claridad sobre esta propuesta porque no se ha creado algún decreto o
acuerdo gubernamental. Aquí no hay claridad sobre el tema”, lamentó
Claudia León, del Servicio Jesuita con Migrantes de México.
Desde el año pasado México desplegó a miles de efectivos de la
Guardia Nacional para contener la masiva migración hacia Estados Unidos,
una decisión que ha sido criticada por organizaciones defensoras de
derechos humanos.
Poca solidaridad con la caravana
En la ciudad de Tecún Umán, los integrantes de la caravana han
recibido poco apoyo, a excepción de la Casa del Migrante, que se ha
vuelto insuficiente para albergar y atender a toda la población
migrante. En la casa del migrante hay un promedio de 800 personas,
mientras el resto permanece en las calles cercanas a la frontera, sin
sanitarios para hacer sus necesidades fisiológicas y la mayoría si poder
alimentarse.
De 30 personas consultadas este día, el 70% salió del país con menos
de 500 lempiras (20 dólares), pero a tres días de caravana el dinero les
alcanza únicamente para comprar agua en bolsa. La mayoría del viaje
diario lo hacen caminando y pidiendo jalón a los vehículos que transitan
en la ruta. Hay personas que caminan hasta 8 horas diarias.
De las personas consultadas además se quejaron que, hasta por cargar
su celular les están cobrando 5 quetzales en algunos negocios. Para ir
al baño tienen que pagar hasta 4 Q. Anoche la policía municipal de
Tecún, prohibió que migrantes durmieran en el parque central. Pero, “a
pesar de todo esto y la aptitud del Gobierno mexicano de no dejarnos
transitar libremente por su territorio, nosotros estamos dispuestos a
continuar la ruta hasta llegar a Estados Unidos. A Honduras no queremos
regresar porque nos espera la misma pobreza, desempleo y violencia que
nos obligó a salir en caravana”, indicó Aracely Gutiérrez, de Choloma,
Cortés.
Informe de Radio Revolución (Puerto Rico) sobre el movimiento migrante:
Escucha"Honduras Urgente: Caravanas Ya En USA!" en Spreaker.
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