Respecto
al proceso de consulta indígena que pretende modificar la actual Ley
Indígena 19253, los hogares mapuche declaramos lo siguiente:
Como ha sido la tónica y en la misma línea de los diversos pueblos
indígenas que habitan el actual territorio chileno, manifestamos nuestro
rechazo al proceso de consulta y reforma a la ley indígena. Nuestra
decisión nace en base a las mismas conclusiones a las
que han llegado los distintos territorios y comunidades a las cuales
pertenecemos; la reforma a la ley indígena no obedece a los intereses de
los pueblos indígenas, al contrario, busca facilitar la explotación y
destrucción de nuestros territorios por parte de los diversos intereses
económicos – forestales, minería, hidroeléctricas, pisciculturas, etc –
que existen a nivel nacional e internacional.
Denunciamos la
mala fe que ha tenido el Estado chileno y el actual gobierno para llevar
a cabo el proceso de consulta, manipulando, tergiversando y omitiendo
información clave para las comunidades indígenas, como son los lugares y
horarios de las consultas, las implicancias que ésta tiene, entre
otras.
Denunciamos también la represión que el gobierno ha desatado
sobre quienes se han negado a validar su viciada consulta, utilizando a
fuerzas especiales de carabineros para amedrentar, golpear y detener a
nuestra gente. Repudiamos la presencia de contingente policial en los
locales de consulta, hecho inaudito en este tipo de instancias. Creemos
que esto no busca más que intimidar a nuestra gente para forzarlos a
aprobar la reforma a la ley indígena, lo que resta a este proceso toda
legitimidad.
Manifestamos nuestro rechazo al acuerdo comercial
denominado TPP11, el cual atenta contra nuestra soberanía y bienestar
como pueblos indígenas, amenazando, entre muchas otras cosas, la
existencia de nuestras semillas, aguas, territorios y el conjunto de la
vida que en ellos habita. El TPP11 va de la mano con la reforma a la ley
indígena, pues la modificación de esta busca allanar el camino y
facilitar la implementación de mega acuerdos comerciales que pretenden
explotar nuestros territorios e impedir, al menos en términos legales,
nuestra oposición a esto.
Como estudiantes mapuche hacemos el
llamado a movilizarse y apoyar a nuestras comunidades, asociaciones,
dirigentes y autoridades tradicionales que se oponen a la reforma a la
ley indígena, llamamos a que, en especial, seamos los jóvenes
pertenecientes a los distintos pueblos originarios quienes manifestemos
más fuertemente nuestro rechazo a la reforma a la ley y nuestro apoyo a
nuestra gente.
A nivel de hogares indígenas, la reforma a la
ley indígena nos afecta especialmente en el eje de la calidad indígena y
cómo se obtiene ésta. Nos parece incluso ridículo que los estudiantes
indígenas, hombres y mujeres, valorados en sus comunidades de origen,
con apellidos evidentes en algunos casos, depositarios del saber
ancestral de nuestros pueblos, cuya pertenencia a estos mismos es clara y
real, deban validar su “calidad indígena” ante las instituciones
chilenas, lo que retrasa nuestros trámites y la asignación de recursos
vitales para nuestra existencia en los hogares indígenas, como son la
alimentación, por ejemplo. Creemos que como integrantes de los hogares
somos nosotros quienes debemos tener el derecho de decidir quiénes
ingresan y salen de nuestros espacios, creemos tener la capacidad y
madurez intelectual para reconocer a nuestra propia gente, somos los
indígenas quienes nos reconocemos entre nosotros, sabemos quiénes son
nuestros hermanos y quiénes no, por tanto, nos negamos a otorgarle este
derecho al Estado chileno, pues siempre se ha basado en asuntos
burocráticos y no en términos culturales e históricos, como debiese ser.
En tiempos de renovación, encontrándonos en el inicio del invierno y
habiendo pasado el solsticio, volviendo a comenzar el ciclo de la vida
en nuestro hemisferio, tal como comprendieron nuestros antepasados y
mayores, debemos saber observar y valorarnos como pueblos indígenas,
valorar y proteger nuestros territorios y la vida en sí misma, respetar
la naturaleza y sus ciclos. Esto no se conseguirá enajenando nuestras
tierras y dándoles libre paso a los intereses económicos que tienen
puestos sus intereses sobre ellas, buscando solo generar ganancias
monetarias, aun si el costo de esto es destruir nuestros territorios y
nuestra forma de vida.
Finalmente, abogamos por la libertad de
los presos políticos mapuche y la desmilitarización del territorio. El
camino para lograr la paz y el entendimiento entre la sociedad chilena y
mapuche pasa por el reconocimiento de los derechos políticos y
territoriales del pueblo mapuche, además del respeto por nuestras
costumbres y tradiciones. El “diálogo” del que tanto hablan los
gobiernos de turno no es más que un show mediático mientras no exista un
respeto mínimo hacia nuestro pueblo, no es posible dialogar de manera
real si no hay una relación equitativa entre las partes en pugna, si se
sigue destruyendo nuestro territorio, asesinando y encarcelando a
nuestra gente.
Por esto, declaramos nuestro rechazo a la
reforma a la ley indígena, ya que no fue pedida por los pueblos
indígenas, agudiza aún más el dominio colonial sobre nuestros
territorios y atenta contra nuestras formas de vida. Si se quiere
modificar la ley, que sea para mejorarla, no para empeorarla en
beneficio de unos pocos, como se pretende hacer actualmente.
¡No a la reforma a la ley indígena! ¡Abajo la viciada consulta indígena!
¡Nuestras tierras no se venden, se defienden! ¡Fuera forestales y
fuerzas especiales de Wallmapu! ¡Libertad a los presos políticos
mapuche! ¡Autonomía y territorio para nuestro pueblo!
Firman hogares mapuche estudiantiles:
- Hogar Mapuche Pelontuwe, Temuco.
- Hogar Mapuche Newen Kimün, Temuco.
- Hogar Mapuche Puram, Temuco.
- Hogar mapuche Centro Cultural, Temuco.
- Hogar Mapuche Lawen Mapu, Padre las Casas.
- Hogar Mapuche Relmulikan, Santiago.
- Hogar Mapuche Ruka Aliwen, Concepción.
- Hogar Mapuche Lib Rakiduam, Concepción.
- Hogar Mapuche Pegun Dungun, Concepción.
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