(La Juventud).- La jornada protagonizada
en la tarde del viernes 7 en el centro de la ciudad de Montevideo, en la
plaza Terra de Paysandú y en la plaza de ciudad de Carmelo , en
Colonia, evidenció la existencia de un encare diferente al mayoritario
concepto utilizado para conmemorar el día de la mujer.
Quienes
con mucho esfuerzo prepararon las actividades mencionadas y que
tuvieron expresión el jueves , lo hicieron desde una óptica clasista,
reivindicando el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Las integrantes de la Asociación de Mujeres Uruguayas Lourdes Pintos – estuvieron entre las convocantes a la movilización.
Liggia Giordano y Patria Vázquez fueron las encargadas de dar lectura al siguiente mensaje:
Otro
8 de marzo de lucha que nos encuentra juntas y en la calle. Ya son más
de 30 años para AMULP y aun así, con 14 años de gobierno progresista las
mujeres trabajadoras seguimos siendo relegadas.
Todos
aquellos reclamos que un día nos juntaron, hoy lamentablemente los
tenemos que seguir poniendo sobre la mesa. Hoy ya no tenemos presos
políticos, pero la impunidad campea en nuestro país y los verdugos de
nuestros hijos y compañeros torturados y desaparecidos siguen libres o
en cárceles vips.
Nos
enfrentamos a tiempos difíciles, donde se nos hizo costumbre desayunar
con centros de trabajo cerrados y sus trabajadores en la calle.
Para
muchas de nosotras las 8 horas hoy son un derecho escrito sobre papel
con letra muerta. Hoy para sobrevivir, las trabajadoras de la salud,
trabajan 12 y hasta 18 horas. Las maestras tienen que trabajar doble
turno, los trabajadores rurales, tienen derecho escritos sólo en un
papel.
El Ministerio de Trabajo no controla el abuso patronal, ante el incumplimiento de salarios, aguinaldos y horas extras.
No
queremos más las migajas de un Estado ausente, basta de extensiones de
seguro de paro, sin generar fuentes de empleo genuinas y estables. Nos
prometieron que las multinacionales iban a dar trabajo, y hoy cierran.
¿Cuántas fuentes de empleo se generarían si produjéramos lo que
necesitamos? Si hiciéramos las túnicas de nuestros escolares, si
producimos nuestro propio alimento, nuestros insumos de limpieza.
Exigimos
un salario mínimo de media Canasta básica, la eliminación definitiva
del IRPF y el IASS. Basta de impuestos a los trabajadores y jubilados y
exoneraciones a las multinacionales y la derogación absoluta de las
AFAPS. La seguridad social es un derecho que costó mucha sangre y lucha
de los trabajadores.
Debemos
responder con organización la arremetida privatizadora de este gobierno
entreguista, que hasta la educación pública de nuestros hijos está
rematando con sus famosas leyes de participación pública privada. El
techo de los jardines de infantes se caen y tenemos que agradecer que
sea fin de semana y no suceda una desgracia. Y como si fuera poco el
tarifazo de enero en los servicios públicos. Llega marzo y las mujeres
tenemos que salir a enfrentar los gastos de un nuevo comienzo de clases,
por niño precisamos 4287 pesos aproximadamente, ¿cómo hacemos
compañeras con un salario de 12 mil pesos?
Le
decimos basta a los discursos de miedo, de que antes era peor, y que si
vuelve la vieja derecha retrocedemos, no se puede retroceder en lo que
no se ha avanzado. Este sistema de privaciones para las trabajadoras y
sus familias es lo que nos violenta día a día. Porque son las hijas de
los trabajadores las que acceden menos a la educación superior, son las
niñas de los cantegriles y asentamientos que sufren la violencia de la
policía, son ellas que viven bajo las balas de las bandas de
narcotráfico, son esas niñas que después no egresan de secundaria, que
después serán mujeres que engrosen las filas de los desempleados y
terminan aceptando cualquier trabajo, en cualquier condición, o peor
aún, terminan en las redes de tratas de personas. Somos las trabajadoras
que no accedemos a viviendas dignas, son los pobres, los jubilados, los
desplazados de siempre que no acceden a los medicamentos y a una
atención de salud digna. No son las diputadas oficialistas y de la vieja
derecha, no son las ministras, que piden paridad para atornillarse en
el poder y no cambiar ni un ápice este sistema opresor. Ellas que
teniendo la oportunidad siguen votando contra el pueblo trabajador, pero
no les tiembla la mano para decretar la esencialidad a las maestras,
para desalojar a la fuerza a los ciegos del cachón, no dudan cuando
votando niegan el acceso a la vivienda digna, pero después se visten de
negro y claman por más igualdad. Ellas no viven la desigualdad, a ellas
no las matan, a ellas no las desalojan por pobres y migrantes, ellas no
se mueren ni ven morir a sus hijos en la cama de un hospital esperando
por un medicamento. Ellas no viven a harina y fideos porque el salario
no da para una alimentación adecuada, ellas no toman el agua podrida de
ose.
Entonces ni a
ellas ni a sus compinches de gobierno les vamos a regalar un 8 de marzo
en paz. Ni a este gobierno y a sus amigos imperiales. Porque no es
cuestión de ser mujer, si no del lado en que nos ponemos, y hay que
estar siempre del lado del pueblo.
Estaremos
cada año luchando por nuestros derechos y caminando hacia una sociedad
justa e igualitaria de verdad, y apoyando a todas las mujeres que luchan
en el mundo contra el imperialismo yanqui.
Estamos
incondicionalmente con la mujer venezolana que resiste al bloqueo y la
agresión imperialista, a la mujer cubana, a las palestinas, a las
haitianas. Caminaremos juntos hombres y mujeres trabajadores por un
mundo justo sin explotados, ni explotadores.
Por la aprobación inmediata del Plan Nacional de Vivienda Popular, Vivienda digna para los trabajadores.
Fuera UPM de nuestra tierra. Reforma Agraria YA!, Tierra para el que la trabaja
Basta de carestía y tarifazos.
Anulación de la ley de Caducidad. Verdad, Juicio y Castigo. Luisa Cuesta presente!
Sistema Único, Público y Estatal de Salud. Basta de saqueo y estafa a ASSE
Por
último compañeras, no queremos dejar de resaltar y recordar a nuestra
compañera de la Célica Gómez, Alicia Fernández, reconociendo en ella, la
lucha incansable hasta las últimas consecuencias para cambiar la
realidad en la que vivimos. Hoy Alicia está presente en nuestra lucha y
en sus compañeras, como lo estuvo siempre en esta marcha.
Arriba las que luchan, compañeras!!