(Adital - Por Genaro López, Secretario General de Conusi-Frenadeso).- Desde hace varios
años Frenadeso ha venido denunciando la política de remilitarización del país.
En el documento "Panamá: ¿’Tercera Frontera’ de Estados Unidos?”, denunció que
esta política, más que satisfacer necesidades internas, está dirigida a
complacer requerimientos de EE.UU.
No podemos
olvidar que EE.UU., después del 11 de septiembre, desarrolla planes de
remilitarización de la región, asociados a la supuesta lucha contra el
narcotráfico, el terrorismo y los ‘populismos radicales’. Al igual que se
estableciera en la Doctrina Monroe, propagan la visión del enemigo: ‘no sólo se
consideran terroristas insurgentes a quienes portan armas como bombas o
revólveres, sino también a las personas que propagan ideas en contra del
concepto de la sociedad nacional que tiene el gobierno’.
Según datos del
Departamento de Estado, entre 2008 y 2012, la ayuda financiera anual que
Washington ha destinado a la región centroamericana para la ‘lucha contra el
narcotráfico’ ha aumentado del 75%, alcanzando un total de $496 millones. Para
el 2013, la administración Obama ha solicitado al Congreso la aprobación de una
nueva partida de 107 millones.
La concreción de
este proceso de remilitarización en Panamá inició con la administración
Moscoso, se reafirmó con Torrijos y Martinelli la completa. Todo ello al margen
de los preceptos constitucionales que establecen que Panamá no tiene ejército.
So pretexto de la
defensa nacional, la lucha contra el narcotráfico y el ataque frontal al crimen
organizado, el gobierno de Martinelli ha asignado presupuestos históricos al
Ministerio de Seguridad, con el objeto de especialización, equipamiento de sus
estamentos y creación de bases aeronavales. El presupuesto del Ministerio de
Seguridad para en el 2010 fue de $515 millones, en el 2011 de $420 millones, en
el 2012 es de $548 millones y para el próximo año están presupuestados otros
$637 millones. A pesar de estos millonarios presupuestos, la labor del
Ministerio resulta totalmente ineficiente en el combate a la delincuencia y el
narcotráfico, en la medida que prevalece la inseguridad ciudadana.
Dentro de este
presupuesto militar histórico, destacan los aumentos salariales. Martinelli,
quien en el 2001 señaló que se sentía identificado con los policías, puesto que
ellos ‘son panameños de verdad’, ha otorgado 3 aumentos de salarios a la
Policía Nacional, mientras que ha desconocido acuerdos salariales de otros
sectores o negado un aumento general de salarios, tal como demanda el pueblo
panameño.
Son 23,219
miembros de la Fuerza Pública, cuya anualización del incremento salarial suma
más de $36 millones. Ahora el ministro de Seguridad, José Mulino, anuncia que
comisionado y subcomisionados de la Policía tendrán salarios de ministro y
viceministro, este parece ser el premio por sus actuaciones en la Masacre de
Colón. Actualmente los comisionados de la PN devengan salarios que van desde
los $3,000 hasta los 4,500 dólares al mes, pasarían a $7,000 mensual, y los
subcomisionados, de 3,500 dólares y 3,700 dólares, a $6,000 al mes.
El anuncio de
Mulino sobre aumentos salariales se da posterior a los hechos de Colón, que
mostraron al gobierno de Martinelli cada vez más aislado y dependiendo única y
exclusivamente del poder militar, ante la falta de apoyo popular, cuestionado
por los robos y la corrupción en que ha incurrido y su incapacidad política.
¿Qué busca la
remilitarización? Se trata de la conformación de un ejército que no busca salvaguardar
nuestras fronteras, sino que es un instrumento de agresión contra el pueblo,
como se demostró recientemente en Colón y anteriormente en las masacres de
Bocas del Toro y la comarca Ngäbe Buglé, por lo que aún no hay un solo militar
detenido.
Durante los
desfiles patrios, el pueblo estupefacto fue testigo del despliegue militar.
Parte esto del Terrorismo de Estado y de la sistemática violación de los
derechos humanos que impulsa Martinelli.
Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com