(Elciudadano.cl).- El único taller autogestionado por el movimiento estudiantil que
funcionó en el Liceo 7 de Niñas fue el impartido por las Putas
Babilónicas, un colectivo de estudiantes del Liceo Lastarria preocupados
por discutir la diversidad sexual en el movimiento estudiantil. Pese a
que fue el taller más concurrido, que un día los chicos llegaran con
tacos y rouge en los labios, fue motivo para que la dirección del
colegio cancelara la iniciativa.
A fines de septiembre un inocente letrero puesto en los pasillos del Liceo 7 de Providencia invitaba a las estudiantes a un Taller de Identidad Sexual. A la hora y el día señalado la sala se llenó para presenciar la primera sesión impartida por las Putas Babilónicas, un grupo de estudiantes del Liceo Lastarria que al calor de las movilizaciones del 2011 se cuestionaron sobre el cómo involucrar en las luchas estudiantiles el tema de la diversidad sexual.
Una de las putas babilónicas, Lalo,
cuenta que “es un colectivo artístico social que creamos los
homosexuales locas del Liceo Lastarria que creemos que este sistema
heteronormado, apoyado en el patriarcado no puede seguir así, porque es
injusto para las mujeres, los gays, las lesbianas. Para todo aquel que
no sea una blanco heterosexual”.
Pato la Incomparable cuenta que “en el
contexto de tomas surgió la idea de realizar algo más concreto de
nuestras convicciones y a principios de este año surge las Putas
Babilónicas”.
Juana la cubana, uno de los integrantes
del colectivo, dice que “un día estamos viendo un discurso de Hija de
Perra que hablaba de las putas de babilonia. Comenzamos a buscar en
Internet y cachamos que eran las mujeres más sabias de su época, que
leían, que fueron las primeras mujeres independientes monetaria y
emocionalmente”.
HORARIOS PROTEGIDOS PARA LAS PUTAS
Una de las pocas cosas logradas por el
movimiento estudiantil del 2011 fueron los horarios protegidos. En
varios colegios se aceptó que los estudiantes propusieran llenar con
contenidos algunas horas de clases. Juana la loca, cuenta que “se les
dio espacio a los estudiantes para que hicieran talleres para apaciguar
esta revolución educacional”.
Las Putas Babilónicas fueron así un día a
charlar con las estudiantes del Liceo 7 para poder montar un taller
autogestionado e impartido por ellos mismos. “Había muy pocos talleres
en nuestro liceo y aparecieron las Putas Babilónicas y le dijimos que se
hicieran no más, el taller”- opina Francisca, estudiante de IIº Medio
del Liceo 7.
“Ellos llegaron diciendo hagamos un
debate antes de partir con el taller. Conversemos cómo y qué cosas
podemos hablar en el taller”- recuerda Francisca, para quien fue “el
único taller que interesaba”. No en vano, la primera sesión fue en una
sala para 45 cupos y se llenó. Para la segunda sesión se tuvo que ocupar
el gimnasio.
Juana la cubana, cuenta que “orientamos
el taller hacia la educación sexual, identidad de género, por lo que
partimos hablando de la femineidad, del aborto, del actual movimiento
homosexual en Chile y de las diferencias que tenemos con organizaciones
institucionalizadas como el Mums y el Movilh”.
Las charlas las preparaban buceando en
Internet. “Sacamos artículos y cosas de Internet, testimonios de
travestis y cosas así. Un día nos apareció el tema del pabellón de la
muerte del sida, que era cuando no había terapia pública para la
enfermedad y los pocos remedios que había se distribuían en un orden que
les tocaba primero a las mujeres, después a los hombres y lo que
sobrara para los travestis. Nos impactó mucho”- cuenta Agrado.
Fue tal el impacto que decidieron contar
aquello a través de una obra de teatro. “Nos hicieron una obra sobre
los homosexuales cuando apareció el Sida y de los doctores haciendo como
una eutanasia para los travestis”- cuenta Francisca.
DIRECTO AL HUESO
Javiera, de Iº Medio, recuerda que las
Putas Babilónicas “nos hablaban de temas muy importantes para los
jóvenes hoy en día, como la sexualidad, la orientación sexual, el cómo
ellos se reconocieron. Hablamos también del aborto, tema que fue muy
importante tocarlo al ser tan complicado”.
La estudiante valora que “ellos hablaban
sobre sus propias perspectivas y lo relacionaban con cómo los
profesores lo abordan en la sala de clases”. Andrea, de Iº Medio, agrega
que “las charlas eran súper buenas, podías debatir y no importaba si
eras hétero, homofóbico o lo que sea, se podía debatir y eso generaba un
buen momento. Eran temas muy interesantes”.
Carla, de IIº Medio, opina que “el
taller era buenísimo, se hablaba sin tabúes, sin censura, sin nada. Era
directo, al hueso. Más encima ¡están súper ricos los cabros!”.
Josefa, de IVº Medio, dice que “el
taller fue lo mejor, de hecho era el con más concurrencia. Además los
temas que tratamos informaban caleta. Llegábamos unas cien alumnas,
dependiendo del día. Siempre se llenaba cuando estaban ellos”.
Pato la Incomparable, saca cuentas y
dice que “la experiencia fue bastante buena porque se pudo hablar muchos
temas, como el aborto, la transexualidad, la homosexualidad. Hablamos
de la Ley Antidiscriminación y varias chiquillas pudieron expresar lo
que sentían”.
El estudiante del Liceo Lastarria agrega
que “las mujeres están muy enclaustradas en sus placeres. Muchas de las
niñas de acá no conocían su cuerpo. Una vez le preguntamos si se habían
masturbado o tocado la vagina y la mayoría dijo que no. Fueron súper
pocas que hueveando dijeron que sí. Poco a poco se fueron soltando.
Esperamos que haya significado un cambio, eso de aprender a reconocer el
cuerpo no como algo malo, sino que es el propio santuario, que no es de
la iglesia, creo que fue un aporte para ellas”.
LOS TACOS QUE REBALSARON EL VASO
La experiencia alcanzó a durar sólo 3
sesiones. En la última los chicos llegaron con los labios pintados con
rouge y tacos altos, lo que espantó a algunas estudiantes del Liceo 7,
quienes no tardaron en ir a la dirección a contar sobre las cochinadas
que se hablaban en dicho espacio. Juana la cubana lo ve así: “La última
experiencia de taller que tuvimos unas chicas se molestaron porque
entramos al taller con rouge y tacos. Hicimos harto escándalo en el
liceo y unas niñas nos fueron a acusar a la directora”.
No pasó ni un día para que la inspectora, Cristina Celhay, prohibiera a las Putas Babilónicas volver al colegio.
El viernes 16 de noviembre
organizaciones estudiantiles por la diversidad sexual se congregaron en
las afueras del Liceo 7 para acompañar a las Putas Babilónicas y a las
estudiantes del Liceo 7 en la funa a la dirección tras prohibir el
taller.
Francisca, opina que “la cancelación del
taller es súper fome porque a varias nos interesaba. No porque a la
directora no le gustó se tiene que dejar de hacer”.
Matías Marambio, de la Coordinadora de
Organizaciones por la secretaria de sexualidad y género de la facultad
de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, dice que
“apoyamos a las Putas Babilónicas porque hay claramente un acto
autoritario de parte de la dirección del colegio, que con argumentos
retardarios impide que se debatan estas cosas”.
Para Marambio el gesto de las
autoridades del colegio “indica que hay una demanda y una necesidad por
posicionar estos temas en el espacio escolar y en el espacio público
también. Consideremos que el espacio escolar sirve para reproducir
prejuicios, no hablar de temas de sexualidad y género. Esto hay que
entenderlo en el contexto de una lucha mayor por una educación pública
de calidad”.
La gran asistencia que tuvo el taller
significa para Marambio “un índice de que hay interés y una demanda,
porque lo que hoy existe como educación sexual es tremendamente
conservador, biologicista y no da el espacio a estas inquietudes que son
más políticas. Es importante que sea un taller autogestionado desde los
propios estudiantes. Acá no viene alguien de afuera a decirte una
verdad sobre sexualidad”.
Cristóbal Espinoza, de A Quemar el
Clóset y uno de los voceros del Liceo A90 de San Miguel autogestionado
por profesores y alumnos el 2011, llama a “superar el trabajo
ineficiente dentro de los liceos en educación sexual en la diversidad.
Las Putas Babilónicas cumplían un papel central en el Liceo 7 haciendo
un taller de diversidad sexual. Los liceos tienen que estar abiertos a
la comunidad para que se hablen distintos temas”.
“Las luchas son en conjunto. Como A
Quemar el Clóset apostamos a que el movimiento estudiantil tome en sus
manos las luchas LGTB”- sentencia Cristóbal.
Mauricio Becerra R.